La Cámara de Comercio e Industria de Jaén atraviesa por un momento muy delicado como consecuencia de los efectos de la devastadora crisis económica que en la entidad cameral se ha centrado sobre todo en la falta de recursos para atender las obligaciones comprometidas, así como los retrasos o directamente el impago de ayudas de otras administraciones que ha asfixiado la tarea encomendada a favor de los intereses del comercio jienense, a pesar de que, desafiando las no pocas adversidades, se ha tratado de no paralizar las actuaciones que se consideraban imprescindibles para mantener los principales servicios. El lógico desgaste se ha ido produciendo y las duras consecuencias han sido los problemas laborales denunciados reiteradamente por los trabajadores o la salida de reconocidos empresarios de los órganos de gobierno de la Cámara, o el deterioro de las relaciones entre las mismas organizaciones empresariales que en su día pactaron el reparto del poder en sus cúpulas y hacían presagiar una larga luna de miel que ha derivado en un nuevo divorcio. La Junta no se ha propuesto mediar por el momento en el conflicto de las cámaras de comercio, pues es preciso decir que la situación no es excepcional de Jaén, el problema está generalizado y para tratar de resolverlo hace falta una apuesta política empezando por el pago de las deudas de las administraciones. Y además se requiere un pacto entre los colectivos empresariales con posibilidad de decisión sobre la Cámara, orillar las diferencias en lo posible, aunque sea una tarea complicada, para tratar de salvar a estas corporaciones que viven horas tan bajas.
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