No le gustan los focos, pero no es por eso menos importante que otras muchas empresas que salen a menudo en los medios de comunicación. Más bien al contrario. El Grupo Iturri es un referente internacional en el ámbito de la seguridad y protección de personas, procesos, bienes, y Medio Ambiente. Su apuesta decidida por la fabricación y distribución de vestuario técnico, calzado militar y vehículos contra incendio le ha consolidado como una industria líder, también fuera de nuestras fronteras.
Iturri registra unos ingresos anuales de alrededor de 185 millones de euros. Cuenta con más de 9.600 clientes, más de dos millones de prendas fabricadas, más de 900 empleados, y está presente en 25 países. El 50% de sus ventas proceden de fuera de España.
Los orígenes de este grupo industrial sevillano se remontan a 1947, año en el que Juan Iturri Landajo fundó en el Puerto de Sevilla una empresa familiar dedicada a efectos navales.
En los años 60, Juan Iturri Gisbert fue transformando la empresa hacia el grupo industrial y comercial que es hoy. De acuerdo con esta perspectiva, la década de los 70 culminó con una gran expansión por el territorio nacional.
Innovación y visión de futuro
Unos años más tarde, en los 80, se empezaría con la fabricación propia. Y ya con estas bases asentadas, la incorporación de Juan y Javier Iturri Franco en los años 90 supuso un giro hacia la internacionalización y los servicios integrados.
El grupo Iturri tiene una seña de identidad clara que es la innovación, a la que destina una importante inversión. Pero además tiene vocación de permanencia y para ello ha trazado una serie de líneas maestras para construir su futuro. Esta hoja de ruta contempla entre otras cosas la búsqueda constante de soluciones con valor añadido; la simplificación de los procedimientos para conseguir la eficiencia; la consolidación del equipo humano y la generación futura en marcha; la diversificación de las cuotas de venta en cada país, sin que ninguno supere el 30% de la venta total; y la homogeneidad de mantener una cultura fuerte y única en todo el mundo.
El mercado, pendiente del 20-D
La bolsa española no quiere despistarse. El principal índice español, el Ibex 35, no sólo ha logrado aguantar el nivel psicológico de los 10.000 puntos, sino que además pretende no perder un posible rebote alcista con mayor profundidad en caso de que las elecciones generales del próximo 20 de diciembre faciliten un escenario de continuidad a las políticas económicas llevadas a cabo por el actual gobierno.
Los inversores internacionales están optando por no desembarcar en el capital de las grandes empresas españolas a falta de conocer el resultado electoral. A este hecho, se suma la incertidumbre generada desde el pasado viernes 13 de noviembre con los atentados en París, un acontecimiento que parece empezar a cambiar las agendas de muchas entidades e instituciones públicas y privadas.
Algunos analistas prevén un índice español en los 11.000 puntos a final de año, pero sin tener en cuenta el resultado electoral, que será clave para el futuro.
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