Lo que pasa en este Ayuntamiento es digno de estudio sociológico y económico. El mismo concejal, Miguel Contreras, que durante la primera mitad del mandato pasado no perdía ocasión para decir que se estaba estudiando la reducción del capítulo uno (eufemismo referido a echar personal municipal a la calle) es el que ahora anuncia que se baraja la posibilidad de hacer partícipe al resto de la plantilla municipal del aumento del complemento específico, tal y como sucedió con Policía Local y Bomberos, acabando (es un decir) con el problema de las horas extraordinarias. Y todo ello en presencia del alcalde, que compartió ayer la reunión con los sindicatos, por lo que en este caso, como ya ha sucedido en más de una ocasión, no debe de haber, en principio, discursos paralelos. Eso sí, no sin antes realizar la imprescindible Relación de Puestos de Trabajo, que ningún equipo de gobierno quiere afrontar. Habrá que preguntarse qué piensa el concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, temporalmente fuera de su área por enfermedad. Viene que ni pintado aquello de, ‘si no querías caldo, dos tazas’. Definitivamente, la solución financiera del Ayuntamiento, que lo único que hace desde hace años es pagar nóminas, es aumentar el sueldo de los empleados. Sin Keynes levantara la cabeza...
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