Ha bastado un acercamiento entre el alcalde, Javier Márquez, y el delegado territorial de Fomento, Rafael Valdivielso (dos buenos amigos) para desbloquear el arreglo de la calle Fuente de la Peña, cuyo estado infernal e intransitable venían denunciando los vecinos desde hace tiempo. Aunque la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento siguen sin aclarar de quién es la propiedad de esta vía (vital para el acceso a Los Villares y Valdepeñas), la Delegación de Fomento ha salido al rescate y ayer anunció que asumirá su acondicionamiento integral, mientras que ha comprometido al Ayuntamiento a hacerse cargo de su mantenimiento posterior. “Así se da respuesta a los vecinos que desde hace años llevan soportando las consecuencias de una vía que se encuentra en un estado caótico y que precisa de una intervención inmediata”, dijo Rafael Valdivielso tras reunirse ayer con el alcalde, Javier Márquez.
La intervención, que se dividirá en dos tramos, se iniciará el próximo lunes (aprovechando las vacaciones escolares de los centros de la zona) y en ella la Junta destinará 60.000 euros para la reposición del asfaltado, la señalización horizontal y vertical y la habilitación de nuevos resaltos. Se espera que la calle, de apenas un kilómetro, pueda estar reparada en tres o cuatro días. El acuerdo aborta las protestas vecinales que se habían anunciado para el próximo 31 de marzo, como un “peaje simbólico” con el que iban a llamar la atención de su estado intransitable.
Calle Alcalde Cancio
Por otro lado, la calle 'Alcalde Cancio', transversal a la calle Camino de la Fuente de la Peña, está en un estado “lamentable”, según denuncian los vecinos, y no es una situación que se remonte a los últimos meses, sino que los residentes de la zona llevan padeciendo las consecuencias desde hace más de cuatro años.
El presidente de la Asociación de Vecinos 'Cauce', Felipe Robles, reconoce que se trata de una calle sin salida en la que el estado de la calzada, resquebrajada y desnivelada, perjudica el paso de mayores y de personas con carros con niños pequeños.
En la zona residen alrededor de doscientas familias que han mostrado su malestar y preocupación porque las condiciones de la calzada ya está afectando al estado de la fachada de los bloques de vecino, con grietas. Y es que la diferencia de nivel entre un carril y otro es de un escalón de más de 25 centímetros.
Las quejas han llegado incluso hasta la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz.
El edil de Mantenimiento Urbano, Juan José Jódar, recuerda que el año pasado se visitó la zona para que con los vecinos como testigos se comprobara si había desplazamientos. Ahora, se está redactando un proyecto de actuación desde Urbanismo “para licitarlo cuanto antes”.
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