La Tribuna de Nertis

Por sustitución

La consulta soberanista recientemente celebrada en Cataluña y el posible ingreso de la tonadillera Isabel Pantoja en la cárcel son objeto de encendidas polémicas. Expongo mi particular análisis al respecto...

La consulta soberanista recientemente celebrada en Cataluña y el posible ingreso de la tonadillera Isabel Pantoja en la cárcel son objeto de encendidas polémicas. Expongo mi particular análisis al respecto:
9-N: Lo que quien escribe opina del asunto se podría resumir en una sola palabra “Jartura”. Si, con j, que es como se dice por estos lugares. Más de un año hablando de elecciones, de autodeterminación, de independencia, de soberanismo, para que, al final, determinado sector de la sociedad catalana, minoritario por otra parte, realice el pasado domingo una pantomima que roza el ridículo. Que digo roza, se sumerge de lleno en él para vergüenza de muchos. Yo, personalmente, me siento abochornado con eso de las urnas de cartón, que no tienen la más mínima garantía para que se le pueda denominar aun simplemente plebiscito o consulta. El acto está auspiciado, organizado y controlado por quien quiere que salga uno de los resultados posible, por lo que poca o ninguna credibilidad nos pueden ofrecer, que como decía Woddy Allen de Wagner, parece que desayuna uno pan con tomate y escucha L’estaca y le entra un deseo irrefrenable no de invadir Polonia, pero si de hacer como el que vota. Claro que ni Artur Mas es Woody Allem ni Lluis Llach es Richart Wagner. Que más quisieran.

Y, al final, para poco más de 1.900.000 resultados favorables a un estado independiente catalán sobre una población con derecho a voto real de 6.500.000 habitantes, es decir, menos del 30% de un hipotético censo electoral. Mucho ruido para tan pocas nueces.

Pantoja: Vaya por delante que no me gusta la artista en cuestión, ni tampoco el golfismo generalizado que campa a sus anchas por nuestro país, pero mucho menos me gusta que una resolución judicial mantenga que es precisamente su condición de personaje público lo que poco menos que obliga a mantener frente a ella una actitud ejemplarizante cuando solicita la suspensión de su condena. Y, sobre este argumento, dos años a la cárcel. Pues bien, si se dan los requisitos que la Ley exige para suspender su ingreso en prisión (y el auto de la Audiencia de Málaga sostiene que así es) tienes derecho a que se te aplique ese beneficio, te apellides Pantoja o Pérez, ¿O es que no somos iguales ante la Ley?
A final he hablado más de independentistas catalanes que de artistas andaluces, pero es que los tenemos hasta en la sopa ¿O debo decir hasta en la escudella?

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN