El Loco de la salina

Al Ayuntamiento lo que es del Ayuntamiento

Si hacen el 'Día de los locos' y nos ponen la cerveza por ejemplo a mitad de precio iban a aparecer locos por todas partes.

El otro día, cuando entré en la salita de lectura del manicomio y me senté a leer un rato, en vez de echarme a temblar, me llevé una gran alegría. Ante todo tengo que decir que uno teme coger la prensa, porque el mundo está más desquiciado que yo y hay poquitas noticias agradables que echarse a la cara. Lo mismo te encuentras con crímenes inexplicables, que con robos de millones, que con miserias variadas de una humanidad que a pasos agigantados va perdiendo la conciencia de su verdadera razón de existir.

Cogí el San Fernando Información, me dispuse a leer la de cosas raras que ocurren en La Isla, en la provincia y en el mundo, y de pronto mis ojos se encontraron con una noticia agradable. Tuve que leerla dos veces, porque a la primera no me encajaba la cosa. Resulta que en este rincón, llamado Isla de León por los más jartibles, los niños van a tener su Día de Feria. Que además, montarse ese día en los cacharritos les va a costar la mitad de precio.

No me lo acababa de creer. Ya sé que esa idea, que no es de este loco sino de unos ciudadanos de San Fernando, la expuse en una colaboración de hace unas semanas que titulé “A los niños, ni agua” Incluso comparé con Herodes a esos que no les dan a los niños su sitio especial en la vida y critiqué el que aquí en La Isla no hubiera, como en Jerez, una ciudad para ellos llena de diversión.

Pues bien, Herodes ha dejado el machete, el Ayuntamiento ha recapacitado, ha estudiado los pro y los contra y por fin ha decidido que los niños van a tener su Día especial en la Feria. Yo me he alegrado mucho, he reído de alegría, he saltado y hasta los locos que pasean por el patio se han asomado a la salita de lectura a ver qué pasaba con tanto alboroto.

Cuando se han ido al patio a airear de nuevo su locura, me he sentado a escribir estas líneas con el firme propósito de dar al César lo que es del César. Por tanto, agradezco mucho al Ayuntamiento el paso que ha dado, porque eso implica que esta vez ha estado al tanto de las voces que suenan a su alrededor y que no vive en el aislado rincón del pasotismo. Lo cual no significa que lo esté haciendo todo bien, pero es cierto que, cuando hace algo en condiciones, igual que se le critica, se le debe alabar. Hoy por tanto yo lo alabo y lo bendigo, aunque pueda haber voces discordantes y aunque sigan muchos temas sin arreglar en esta Isla de nuestros pecados. Por ahí se empieza, por coger la voz de la calle y de la prensa y poner en práctica aquellas ideas que se lanzan para beneficio de los sufridos curritos de a pie. Si los políticos hicieran siempre eso, otro gallo nos cantaría a todos los niveles.

Pero hoy no es día de críticas ácidas, como otras veces, sino de reconocimiento a una postura cabal. Ya sé que las ideas hay que desarrollarlas, y que hacer realidad la idea del Día del niño tiene sus complicaciones, porque el concejal de turno tiene que calibrar la cosa, hacer los cálculos económicos, hablar con los feriantes, estudiar la repercusión…, pero es que para eso están los políticos, no para pasear el cargo por la calle Real.

Por tanto, bien hecho por una vez, y sin que sirva de precedente este loco reconoce el trabajo que el desarrollo de esa idea trae consigo. Y todo parte de la profunda convicción de que los niños han nacido para ser felices. Ya tendrán tiempo, si la suerte acompaña y les asegura muchos años de vida, de tener todos los problemas del mundo y más habiéndoles tocado vivir en esta época tan repleta de disgustos.

En todo caso, a ver si cunde el ejemplo, se lleva también a la práctica el Día de los locos y nos ponen la cerveza por ejemplo a mitad de precio. Les aseguro que, conociendo bien La Isla, iban a aparecer locos por todas partes. Fuera de bromas, enhorabuena al Ayuntamiento y que todo salga bien por el bien de la bonita y olvidada niñez.

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