"Después de mi visita investigando la pobreza en España descubrí que está fallando completamente a las personas en situación de pobreza, cuya situación se encuentra entre las peores de la UE”. Esto dijo el australiano experto en la pobreza en el mundo y que tiene una acreditada trayectoria con informes sobre la pobreza en diez países, entre otros los EEUU de América. Ahora desempeña ese puesto no remunerado de Relator Especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos.
Resulta no sólo llamativo sino indignante que tenga que venir un enviado de las Naciones Unidas a poner blanco sobre negro la situación tercermundista de algunas zonas y segmentos sociales de España. La pobreza es una opción política, por tanto evitable. Philips Alston es el australiano, profesor de la Universidad de Nueva York, y la impresión que se ha llevado de nuestro país es que los distintos responsables locales, autonómicos y nacionales se pasan la pelota unos a otros y el problema sigue. Y el problema no es precisamente nimio: El 26% de la población y el 29% de los niños se encuentran en riesgo de pobreza o de exclusión, casi el 14% está en situación de desempleo y el 50% de la gente tiene dificultades para llegar a fin de mes, la vivienda social es el 2,5% del total cuando en otros países europeos está en el 30%. Sin hablar de listas sanitarias de espera, de la segregación clasista educativa, de la desesperante tardanza de la dependencia, de las ayudas para la población con discapacidad, la atención a los refugiados, a la minoría gitana o a los parados mayores.
Los datos son muy elocuentes. Es el libro abierto de la verdad revelada. No admite trampas. Es el aterrizaje severo que corresponde hacer no sólo al gobierno sino al conjunto de la sociedad. El origen está en que “sucesivos Gobiernos hayan decidido intencionadamente bajar las tasas impositivas y ayudar a las compañías, no perseguir mucho la evasión fiscal, que en España es rampante, mientras han mantenido niveles de protección social muy bajos”.
“La palabra abandono ha sonado recurrentemente. La gente se siente abandonada. No reciben el apoyo que esperarían del Gobierno, de las autoridades locales, del sistema educativo, del sistema de protección... simplemente sienten que están a su suerte” -afirma el relator-. Las verdades del barquero…dichas por un australiano.
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