El encuentro en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (Cmac) entre Rosa Huerta, portavoz del grupo de trabajadoras del servicio de limpieza de módulos de las playas y la sociedad municipal Cádiz 2000 terminó sin llegar a acuerdo alguno. Al final, Huerta tendrá que enfrentarse a juicio después de que se le haya rescindido el contrato.
Según Huerta, “es la única que se encuentra en esta situación” al tener un contrato por obras y servicios. Acciona le hizo un anexo para playas, “entre 2015 y 2017”, aunque tenía un contrato indefinido en una gestoría.
Esta portavoz del colectivo de limpieadoras acudía ayer al Cmac a “reclamar que se le subrogue y tener el mismo trato que mis compañeras”.
Dentro de sus declaraciones, tras el acto del conciliación, matiza que “puede haber algún tipo de represalia por ser secretaria sindical por UGT. Hay una mano que en su momento lo diré. Ha sido una represalia de Autonomía Obrera por estar yo enfrente de todo esto y haber sacado todo esto a la palestra”. Según Huerta, el Ayuntamiento se rige por lo que diga AO, y el edil Álvaro De la Fuente está “muy presionado por el sindicato”. Rosa Huerta ha “destapado la caja de Pandora”, ya que tenía que salir “a decir la situación en la que estamos” no.
La portavoz está “en contra de ponerse medallas a costa de los trabajadores, no de la municipalización”.
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