Editorial Jaén

Sin huelga, pero entre suciedad

Vuelve la Semana Santa y vuelven los ciudadanos a dejar las calles llenas de pipas, bolsas y basura

No, no habrá huelga, menos mal, porque si llega a haberla nos tenemos que ir de Jaén. Vuelve la Semana Santa y vuelven a repetirse escenas vergonzosas para la ciudad. Las calles dan asco tras el paso de las procesiones, llenas de bolsas y pipas, a pesar una vez más de las advertencias que se han hecho. El problema de la cera  lo damos ya por amortizado en esta ciudad, aunque no debiera, ya que hay soluciones que hace tiempo se emplean en otras ciudades y que aquí no llegan, alguna incluso se ha puesto en marcha este año en Jerez; pero el civismo de muchos de los jienenses que presencian las estaciones de penitencia, gran parte de ellos jóvenes y otros muchos niños acompañados de sus padres, sigue mereciendo el calificativo de guarros. Jaén es una ciudad sucia en gran parte porque sus vecinos la ensucian sin el más mínimo pudor. No hay más que recorrer las calles tras el paso procesional para comprobar cómo ha quedado la vía pública: llena de bolsas, pipas, cajas de pizzas, etc. No sabemos si los operarios de la recogida de basura cobran un plus estos días, pero deberían hacerlo. Se sigue echando en falta un año más un bando municipal previo a la Semana Santa instando a los vecinos a guardar sus basuras para tirarlas en una papelera.

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