Según explicó la Subdelegación del Gobierno en una nota, los agentes especializados en este tipo de delitos estaban investigando a un individuo, que en su procedimiento utilizaba la violencia llegando a lesionar a sus víctimas, que utilizaba a su vez una furgoneta a la que quitaba la placa trasera de la matrícula y posteriormente la dejaba estacionada en un garaje en los bajos de su domicilio, por lo que los agentes no podían localizarla.
Al fin, después de numerosas esperas, vigilancias y consultas informáticas, los policías llegaron a su identificación, confesándose culpable. El presunto autor explicó haber realizado este delito “unas siete u ocho veces porque tenía un niño pequeño y por su adicción a las drogas”.
Según explicaron fuentes de la investigación, en el registro realizado en su domicilio, los agentes encontraron algunos móviles y otros efectos pertenecientes a sus víctimas.
El detenido junto con el atestado instruido ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.
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