Ya se conoce el avance de los Presupuestos Generales del Estado y hay referencias sobre la parte de la tarta que corresponde, y en términos generales constituyen una nueva decepción por las expectativas que los políticos levantan, si bien en los últimos días los dirigentes populares han ido preparando el terreno para que la sorpresa no fuera tan grande, de ahí que la senadora Catalina García declarara que las cuentas del Estado para Jaén serían justas y realistas, pero austeras. En el caso de la capital, cuando el PP, especialmente desde el Ayuntamiento, ha cargado todas las tintas sobre las reivindicaciones a la Junta de Andalucía, los Presupuestos del Estado dedican 100.000 euros para los arreglos que necesita la Catedral, que no es una cantidad significativa, sobre todo porque el templo necesita mucho más, y tampoco se puede entender como una apuesta del Gobierno y del Ministerio de José Ignacio Wert en el camino para la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Hay en los números de Fomento una ampliación de la partida para la línea AVE a Jaén, que pasa a 18 millones de euros, pero hay que seguir teniendo paciencia porque la alta velocidad nos queda aún lejana. Son unos presupuestos, en definitiva, tan realistas, que se contradicen con la locuacidad de los políticos que saben vender sus tantas veces engañosas mercancías y que ahora deben asumir a cambio que con los datos en la mano debamos pedirles explicaciones. Los PGE no son una buena noticia para Jaén, siempre perjudicada y agraviada, pero el PSOE mejor que no saque aún la artillería por si en breve los de la Junta deparan la siguiente frustración.
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