La asociación parroquial señala que “somos conscientes que este año es grande para las hermandades de la ciudad de san Fernando, pues acontece una procesión magna, algo que no pasa todos los años y para esta asociación también es un año grande. Hemos pasado de ser grupo de devotos a ser asociación. Todo esto lo vivimos con intensidad, pues soñamos con el día de la salida procesional, donde entre tambores y trompetas nuestra madre asoma a su barrio. Esas marchas procesionales que cada vez que estamos trabajando para Ella, tatareamos constantemente, viviendo en nuestro interior esa salida. Todo con el entusiasmo, de ver a Nuestra Señora, a son de marchas procesionales, envuelta entre pétalos de flores por las calles de nuestra parroquia”.
La asociación parroquial destaca que “esos sones de trompetas se ahogan en nuestro subconsciente por los gritos de sufrimientos de niños, hombres y mujeres que lloran con dolor físico y espiritual de la pérdida de sus seres, de la miseria en que han quedado. Ya no escuchamos trompetas, ya los tambores nos suenan a movimientos de tierra. Nuestra Señora de la Oliva, tiene muy presente el sufrimiento, pues Ella misma sufrió por su Hijo y día a día sufre por todos nosotros”…
Los efectos del terremoto de Haití han hecho que la junta de gobierno tome “la primera decisión difícil que Dios le pone en el camino. Y no es otra que la de dejar nuestros sueños, para poder aportar un grano, en el despertar de otro sueño que es una pesadilla, de estos hermanos nuestro de Haití. Para ello la asociación de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Nuestra Señora Esperanza de la Oliva, decide en Salud y Esperanza donar los gastos que ocasionan la banda de música para esta salida procesional, a Cáritas para Haití. Nuestro sueño, de ver esas trompetas y tambores, se derrumba, pero tenemos la certeza, que a esta salida los ángeles y querubines acudirán con trompetas y citaras. Pero sobretodo estamos convencidos que esta gente que hoy sufre, con la ayuda de la Gracia de Dios, mañana despertarán a un mundo de Esperanza con la ayuda de todos”.
La asociación parroquial es la primera en hacer pública su decisión, aunque son varias las cofradías que han acordado destinar dinero a la causa de Haití con el objetivo de que la reconstrucción del país y de muchas familias sea rápida.
La Archicofradía de Medinaceli, a través de su ONG Pro Libertas, también ha iniciado una campaña en favor de Haití, al igual que la hermandad de la Divina Pastora de las Almas, que hace campaña entre sus hermanos.
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