Estudiantes, docentes y padres de alumnos de la escuela pública se plantaron ayer en Jerez contra el nuevo decreto de escolarización aprobado por la Junta de Andalucía para el próximo curso 2020/2021. Con apenas dos semanas de vida, la norma ha dado lugar a la primera huelga educativa en Andalucía, dejando a los colegios a medio gas, y en algunos casos con aulas vacías, al igual que en los institutos. La incidencia fue desigual en el conjunto de los centros, pero en general se caracterizó por el alto número de bajas de alumnos. Aunque a nivel local no hay datos oficiales de seguimiento de los paros, hubo colegios como el CEIP Tartessos donde acudieron cuatro de 30 profesores para cubrir los servicios mínimos, y 67 de 505 alumnos, (86%), según datos facilitados por la AMPA. En esta tónica, en el CEIP Sagrada Familia más del 50% de la plantilla de docentes secundó los paros, y hubo clases que se quedaron con apenas un par de niños. Más alumnos acudieron al CEIP Alfonso X El Sabio, muy cerca de este último, donde se llegó al centenar.
En el sindicato de enseñanza Ustea también resaltaron el caso de los CEIP Torresoto, Poeta Carlos Álvarez y Ciudad de Jerez, mostrando su satisfacción por la acogida de unos paros a los que avisan que se sumarán “nuevas acciones”. A nivel provincial, los datos de participación facilitados por la Consejería de Deportes variaban considerablemente, cifrando en el caso de Cádiz el seguimiento del personal docente en un 26,5%. Aunque las principales movilizaciones tuvieron lugar en las capitales de provincia, llegando a reunir a más de 4.000 personas en Cádiz en la manifestación por Plataforma Andaluza por la Escuela Pública, la organización convocante de la huelga, en Jerez también hubo dos acciones en la Plaza del Arenal.
Los encargados de romper el hielo fueron los estudiantes, que se concentraron al mediodía para secundar la convocatoria de Frente de Estudiante. Javier Álvarez, de este movimiento, reivindicaba ayer que la educación pública “es un derecho fundamental que no debe estar en manos privadas” y denunció que la “ley de Imbroda”, como denominan al nuevo decreto, “quiere igualar poder entrar en una escuela pública a una escuela concertada, cuando estas últimas son privadas con financiación pública y por puede que tengan mejor aulas y condiciones. Eso puede provocar la segregación por clases”. “Las concertadas no deberían de existir, porque son privadas con financiación del Estado. No es ético”, criticó. “Eres como un 4,9” La Flampa y la Marea Verde respaldaron las dos manifestaciones, independientemente de que la de por la tarde fuera promovida por estos últimos. Unas 300 personas se dieron cita por la tarde, en una acción que contó con una improvisada marcha por la calle Larga que terminó en la Rotonda de los Casinos. “Imbroda, eres como suspender con un 4,9. #Imbrodadimisión”; “No al decretazo, sí a la Escuela Pública”, fueron algunos de los mensajes que pudieron leerse en las pancartas de los asistentes, que ayer enfocaron todos sus cánticos en el titular de la Consejería de Educación, Javier Imbroda.
La presidenta de la Flampa, Verónica Guerrero, e Iván Díaz, de la Marea Verde, hicieron una lectura conjunta de un manifiesto en el que lamentaron, entre otros “agravios” para la escuela pública, que el nuevo decreto presente a “la concertada” como una opción “de más calidad, algo que no es cierto porque los centros públicos presentan condiciones objetivas más favorables para la educación de calidad”.
Sacar las aulas a la calle
Al margen de las acciones en la calle y los paros, hubo institutos como el IES Lola Flores que se sumaron a la jornada reivindicativa con otras iniciativas para llamar la atención de la importancia de la defensa de la escuela pública, en este caso desde sus puestos de trabajo. Así, según apuntaron desde el centro, además de los docentes que siguieron la jornada de huelga completa (un 30% del claustro), otro importante porcentaje optó por medidas alternativas como impartir clases en las zonas exteriores a los edificios de aulas, y con vistas a la calle para “visualizar la calidad de la enseñanza de los centros públicos y de la vinculación de la escuela pública con el barrio y la sociedad en general”. Para ello, se realizaron pancartas reivindicativas en las que participaron activamente los alumnos aportando su creatividad a los eslóganes.
A esto hay que sumar que parte del salario que percibirán todos estos docentes por este día de trabajo se donará para la adquisición de material escolar para el alumnado y para elementos reivindicativos que permitan continuar las movilizaciones y reclamaciones de toda la comunidad educativa por el mantenimiento y la mejora de la educación pública. De hecho, en convocatorias sucesivas, los docentes del IES Lola Flores intensificarán sus movilizaciones y sus acciones tanto en el barrio como en la calle y en el centro.
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