Nacido en Alton, Illinois, en 1926, Miles Davis ha sido considerado durante todos estos años como el músico más destacable del escenario jazzístico debido a su constante innovación y evolución en la búsqueda de inéditos caminos artísticos. En 1945 llegaría a Nueva York, el paraíso del jazz, con la excusa de estudiar en la Juilliard School, una escuela de música hecha para blancos y por blancos. Con tan solo diecisiete años, conocería a sus admirados maestros: Charlie Bird Parker -“Bird, para mí, era como Dalí”- y Dizzy Gillespie, a quien el de St. Louis le preguntaba: “Tío, ¿por qué no puedo tocar como tú?” Y es que, con el tiempo, y a pesar de las primeras dudas, Miles Davis llegaría a personificar el movimiento del cool jazz de los años cincuenta. Por las casi seiscientas páginas del libro, vemos desfilar también los grandes nombres de la historia del jazz contemporáneo. Las drogas se llevaron a muchos de ellos, aunque para Davis seguían presentes: "Vienen a visitarme todos los músicos que he conocido y que ya están muertos... Sus espíritus caminan a mí alrededor". Miles se desnuda ante el lector y habla con toda crudeza de su vida personal, de su adicción a las drogas, del alcohol, de su relación con las mujeres, del racismo existente en el negocio músical y, sobre todo, de música y de músicos. El libro se completa con una discografía organizada por etapas: desde los primeros años, la época con Charlie Parker, el periodo Prestige, hasta llegar a los años con Columbia y los finales con Warner Bros.
Obra fundamental para entender la trayectoria profesional y vital de este genio, que se definía como “rebelde, negro, inconformista, frío y con estilo”.. Una narración, en suma, apasionante e intensa, en la que aún podemos encontrar ese soplo creativo que sigue siendo fuente y guía de inspiración para las nuevas generaciones de jazzistas.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es