Seis agentes más de la Policía Local de Arcos se han formado esta semana en el uso del radar que viene prestando servicio en las calles de la ciudad de forma irregular durante los últimos meses; irregular porque el servicio y los medios prestados desde Diputación tienen carácter itinerante por los municipios de la provincia, de ahí que su presencia en las calles de Arcos no sea permanente. No obstante, es obligatorio por ley que los policías se formen para el correcto manejo del dispositivo móvil, además con el ánimo de evitar conflictos judiciales cuya resolución depende del material gráfico que tome el radar.
En este caso, la jornada formativa se celebró en las propias instalaciones de la Policía Local con la dirección de un técnico de la Diputación de Cádiz.
Posteriormente, la parte práctica de la jornada se desarrolló en la avenida Alfonso X, un lugar de intensa circulación de vehículos por la existencia de varios centros educativos en sus aledaños. El radar vuelve a la ciudad esta semana con el objetivo de controlar el exceso de velocidad en las vías urbanas, para instalarse en lugares como El Santiscal, la citada avenida Alfonso X El Sabio, barriadas rurales, Jédula y en otros puntos donde, curiosamente, los ciudadanos demandan la presencia de este instrumento cuyo último fin es evitar atropellos de peatones u otro tipo de accidentes de circulación.
El delegado municipal de Tráfico, Manuel Garrucho, ha agradecido públicamente el interés que los ciudadanos vienen mostrando por el radar, cuya prestación de servicio se completa con la instalación de nuevos badenes y resaltos en determinadas vías.
A partir de enero las calles podrían lucir nuevos badenes para controlar el exceso de velocidad, siempre bajo consejo de la Policía Local como experta en este campo. El delegado ha aprovechado nuevamente para recordar que “las calles de Arcos no son una autopista” y que, por tanto, es preciso moderar la velocidad.
Una vez más, el delegado de Tráfico ha señalado que no existe ánimo recaudatorio por parte del Ayuntamiento, pues no se trata de ingresar más a través de las posibles sanciones, sino de prevenir situaciones no deseables. De hecho, han sido muy pocas las sanciones emitidas tras la puesta en marcha del radar hace ya algunos meses. Inicialmente, las irregularidades cometidas por los usuarios del volante sólo fueron apercibidas verbalmente, sin emitirse sanción económica alguna. Esta etapa sirvió al Ayuntamiento de banco de pruebas y experimento. No obstante, no se descarta que la ciudad cuente con un radar permanente.
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