El primer mes de entrada en vigor de la ampliación de la zona azul ha puesto ya en evidencia que los jerezanos están dispuestos a hacer lo posible para no pagar por el estacionamiento de sus vehículos. La empresa concesionaria del servicio (Setex) ya ha admitido ante el propio Ayuntamiento que la experiencia no está respondiendo a las expectativas que se había generado, y por las que dicho sea de paso abonó alrededor de ocho millones de euros que debe amortizar en un periodo de diez años.
La empresa ha pretendido incluso que el Consistorio recurra a la posibilidad que le otorga el pliego de ampliar en un 5 por ciento el número de plazas existentes -lo que sumaría alrededor de doscientas más- con idea de compensar la escasa acogida de las nuevas zonas azules y rentabilizar de algún modo su inversión.
Sin embargo, el Gobierno local ha dejado claro a Setex que en ningún caso está dispuesto a introducir modificaciones en el pliego que vayan en perjuicio de los contribuyentes. El Ayuntamiento únicamente haría uso de la potestad que tiene de ampliar la zona azul si así lo pidiera por escrito alguna comunidad de propietarios que considerara beneficiosa esta medida. De hecho, alguna comunidad del entorno de Madre de Dios ya ha mantenido contactos con el Consistorio en esta dirección.
Así las cosas, la única posibilidad que le queda a la empresa concesionaria para incentivar el pago por el estacionamiento es la conversión de zonas azules en verdes, ya que estas últimas permiten estacionamientos más prolongados y sus tarifas son más económicas. Así, mientras en la zona azul sólo es posible estacionar un máximo de dos horas por 1,55 euros, en las verdes se permite aparcar hasta cinco horas por 2,55 euros.
El Gobierno ha trasladado a la concesionaria su disponibilidad a permutar zonas azules en verdes, precisamente porque entiende que la modificación beneficia tanto a los ciudadanos como al comercio e incluso a las personas que trabajan en el centro.
Nuevas ‘zonas verdes’
Como consecuencia de estas conversaciones puede darse ya por seguro que las primeras calles que pasarán de zona azul a verde son algunas del entorno del barrio de Mundo Nuevo, como Domecq, Rayón o Méndez Núñez, donde en estas últimas semanas apenas se han visto vehículos estacionados a pesar de su proximidad con el centro histórico y al hecho de que antes de la ampliación del ORA resultaba prácticamente imposible aparcar en ellas. Este mismo camino tomará la calle Conocedores, donde la zona azul también ha fracasado.
Precisamente en esta misma semana los promotores de un comedor social situado en la calle Domecq han advertido de su intención de no abonar sanciones por el estacionamiento de sus vehículos ante este servicio.
El misterio de los coches ‘desaparecidos’
Una de las cuestiones que ha llamado la atención en estas últimas semanas ha sido la práctica desaparición de los cientos de vehículos que estacionaban diariamente en las calles que se han sumado a la zona azul, toda vez que no se ha advertido un trasvase de los mismos a otras vías más o menos próximas que se mantengan libres del ORA.
Es cierto que la ampliación de la zona azul ha coincidido con las vacaciones de verano, algo que se nota sobremanera junto a los centros escolares; pero también lo es que desde el Ayuntamiento han constatado que muchos trabajadores optan ahora por desplazarse en bicicleta o en el transporte público.
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