La reciente estancia en Ayamonte del obispo de Huelva, José Vilaplana, en el marco de la visita pastoral que está realizando estos días por todas las localidades de la Costa Occidental el máximo representante de la Diócesis de Huelva, no ha estado exenta de polémica. No en vano, antes de su llegada, el grupo municipal Recuperemos Ayamonte (RA), criticó en un comunicado las visitas que Vilaplana tenía previsto hacer a centros educativos de la ciudad, recordando que desde que entró en vigor la Constitución de 1978, España es un Estado aconfesional, por lo que tanto las escuelas, como centros de formación, "deben respetar escrupulosamente esta aconfesionalidad del Estado por lo que no creemos que la visita del obispo católico a las escuelas esté en consonancia con el mandato constitucional". Del mismo modo alegaron que "desde el más absoluto respeto a todas las confesiones y a quienes no creen, nos parece que la religión debe estar supeditada a sus templos y no a centros públicos". "¿De qué hablará el obispo católico en esos encuentros, de separar niñas y niños en aulas diferentes, del matrimonio gay como algo terrible y pecaminoso, de la homosexualidad como enfermedad?, se preguntaba dicho grupo político, para concluir señalando que para su formación es "una falta de respeto a la Constitución".
Y como estaba previsto, el obispo estuvo en Ayamonte varios días y, según indicó el Consistorio en una nota, visitó diversos centros asistenciales de la localidad (Aprosca, Aspreato, comedor social Virgen de Las Angustias, economato social San Vicente de Paúl o Cáritas), y mantuvo encuentros con los voluntarios de estas entidades. Asimismo, visitó las parroquias del municipio y presidió reuniones con grupos religiosos y parroquiales, catequistas y asociaciones. El máximo representante de la Diócesis de Huelva, visitó asimismo las empresas conserveras de la localidad y, y en este punto se recrudeció la polémica, diversos colegios e institutos, entre ellos el IES Guadiana, donde según indicó la plataforma Estudiantes en Acción en un escrito, presumió de tener amigos homosexuales "que no querían serlo y acabaron siguiendo a Dios".
Según informó dicho colectivo, el obispo se dirigió a dar su charla a una clase de religión de segundo de Bachillerato. Dentro de la misma, pidió a los alumnos que le hiciesen preguntas de lo que deseasen y, lógicamente, salieron temas polémicos. El obispo comenzó a responder las dudas del alumnado sobre la homosexualidad diciendo que, aunque la iglesia respetaba al colectivo homosexual, no tenía cabida dentro de la moral cristiana, ni el matrimonio, ni el coito entre ellos. Según denunció Estudiantes en Acción, el obispo presumió de tener amigos homosexuales que no querían serlo y la iglesia los había ayudado a seguir la doctrina de Dios.
Al hablar de la fecundación in vitro o de la misma transexualidad siguió tajante en su no rotundo dentro de la institución eclesiástica. Una alumna le preguntó porqué las mujeres no podían ostentar cargos de poder en la iglesia si el cristianismo promulgaba que todas las personas son iguales, y la respuesta del obispo fue que "era imposible porque Jesús fue un hombre". Al finalizar la charla, "uno de los curas que acompañaba al obispo se dirigió a un alumno que mostró públicamente su orientación sexual preguntándole si estaba seguro de ser homosexual. Lo infantilizó diciendo que todavía era joven para saberlo y le recomendó leer un pasaje de la biblia que hablaba sobre el tema".
Finalmente, durante la última jornada de visita, José Vilaplana mantuvo un encuentro con armadores y marineros de Punta del Moral, así como otro con miembros de todas las hermandades de la localidad en la sede Agrupación de Cofradías. También visitó el convento Santa Clara de las Hermanas de la Cruz.
Por último, el Consejo Pastoral de la Parroquia de Las Angustias, responsable de la organización de la visita, ha salido al paso de las críticas vertidas por lo que considera "algunos grupos minoritarios", así como ha mostrado en una nota su "apoyo incondicional" al más alto representante de la Iglesia católica en la provincia de Huelva.
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