Si usted estos días no se ha enterado que el portal Arte Sacro está celebrando su Décimo Aniversario es que está más que ajeno a lo que sucede en el micromundo de las hermandades y cofradías de Sevilla. No me siga leyendo hoy, le evito tener que tragarse esto. Pase la página, continúe. Porque, además, hoy escribo estas líneas con una especial dosis de cariño y de agradecimiento. Y dirigidas a una persona, a Paco Santiago, aunque el equipo de Arte Sacro sean muchos más -por aquello de no dejarme a ninguno detrás- lo personalizo sólo en él. Porque Paco Santiago es Arte Sacro y Arte Sacro es Paco Santiago.
Como veo que usted sigue leyendo le voy a explicar qué es Arte Sacro: es una suerte de diario digital (y cuando digo diario me refiero a 7 días a la semana) donde usted se informa de todo lo que pasa, se celebra o sucede en el mundo de las cofradías. Y como Paco Santiago, que es su director, nunca ha mirado de soslayo a nadie ni a ninguna hermandad (no como otros), en su portal tienen cabida desde la hermandad más humilde de las Glorias hasta la más popular y conocida de las de Penitencia.
Para colmo de bienes, usted lee las noticias sin posibilidad de opinar, que dicho sea de paso es un acierto. Nada de foros anónimos, esos que destruyen más que construyen… No, mire usted, eso no tiene cabida aquí. Arte Sacro informa antes, durante y después. Y nada más. Están en todos sitios y si no pueden estar se inventan la forma de conseguir la información. Eso dice mucho y bueno de ellos.
La opinión, en la mayor parte de las ocasiones, se la reservan. Y cuando opinan firman con nombre y apellidos, salvo alguna que otra excepción. O sea, que todo a las claras. Por derecho. Sin pseudónimos.
Arte Sacro forma parte de la esencia más limpia de la Semana Santa. La información más higiénica, sin contaminación de políticas editoriales. Sin colores. Sin distingos de capa o cola; centro o barrio; gloria o penitencia; y creo que esa es la clave de su éxito.
En el momento de escribir estas líneas las visitas a su página superan los 95 millones. Por algo será. Algunos locos como yo los tenemos en la barra de favoritos del navegador. Porque nos gusta saber cada mañana lo que pasa, lo que sucede, contado desde la objetividad de los textos e imágenes y sin esa dosis de opinión que otros pretenden colarnos. Oiga, que no, que para opinión ya tengo yo la mía.
Larga vida a Paco Santiago y a su Arte Sacro. Sin ellos, la información cofradiera del siglo XXI seguro que hubiera sido distinta.
Peor, por supuesto.
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