En los últimos días la Policía Nacional ha atendido dos casos similares de personas mayores que habían sufrido graves accidentes domésticos en sus viviendas y se encontraban postradas en el suelo sin posibilidad de moverse y hasta semiinconscientes. Afortunadamente, las llamadas al teléfono de emergencia 091 de una sobrina y una limpiadora del hogar al pensarse lo peor por no poder contactar con ellos, los salvaron in extremis de lo que podría haber sido un trágico desenlace.
Y es que en uno de los avisos, tras derribar la puerta ante la preocupación de una sobrina que había venido desde otra localidad a ver a su tía y no tener manera de hablar con ella ni por teléfono ni llamando a su puerta, los agentes la encontraron tendida en el salón, con fuertes contusiones en sus extremidades inferiores y una abundante hemorragia. Presentaba un estado de semiinconsciencia y sus signos vitales eran ya muy débiles, con lo que de no haber actuado a tiempo ahora esta vecina de un barrio del distrito oeste no podría contarlo. Inmediatamente se avisó a los servicios de emergencias sanitarias del 061 mientras los agentes procedían a aplicar los primeros auxilios, tratando de cortar la hemorragia y colocándola en una posición de seguridad que le facilitara la respiración.
El siguiente caso ocurrió este mismo lunes, cuando la sala 091 recibió la comunicación de una mujer, la cual manifestaba que trabajaba como limpiadora del hogar en el domicilio de un anciano y que éste no le abría la puerta ni respondía a sus llamadas.
Los agentes pudieron comprobar que del interior de la casa partían gemidos de dolor por lo que decidieron acceder, esta vez con la ayuda de los bomberos. Una vez dentro, encontraron al propietario, de unos 70 años de edad, desplomado en el suelo del salón y en condiciones muy graves tras haber sufrido una grave y repentina dolencia.
Encarni Barrios, trabajadora de ayuda a domicilio desde hace más de veinte años, tiene claro que teniendo en cuenta el número de mayores que viven solos, muchos de los cuales son usuarios de este servicio, los casos como los descritos son “aislados”, afortunadamente, ya que en la práctica, tanto los familiares, como desde los vecinos y los servicios de asistencia a domicilio y teleasistencia de la Junta se procura que este colectivo tan vulnerable “pase el menor tiempo posible solos”. Pero, claro, de puertas para adentro cada casa es un mundo. “Hay algunos que están pendientes de ser trasladados a una residencia, otros con familiares superprotectores y vecinos entregados y otros casos en los que la familia sólo va por el interés”.
Reacios a dar las llaves de casa o molestar su familia
El Servicio de Teleasistencia de la Junta es un sistema de atención personalizada, de respuesta inmediata ante situaciones de emergencia o inseguridad, soledad y aislamiento, basado en las nuevas tecnologías, que permite a sus usuarios mantener el contacto verbal a través de la línea telefónica. Está activo durante 24 horas todos los días del año, sin moverse de su domicilio y basta con apretar un botón. Aunque tiene un coste, este es proporcional a la pensión y en muchos casos está bonificado al 100%. Sin embargo, aunque, como indica Barrios, el servicio está muy extendido, hay ocasiones en las que los mayores son reacios a utilizar por “cabezonería”, la desconfianza de entregar una llave de casa (a un vecino o un familiar) o por no molestar a su gente.
Más servicios humanitarios del 091
Son múltiples los servicios humanitarios que presta la Policía Nacional a diario. La atención en vía pública de personas intoxicadas o que sufren una dolencia repentina -desmayos, lipotimias, infartos o mareos- son los más comunes.
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