La Guardia Civil de Cádiz ha procedido a la explotación de la Operación “Salmedina”, en la que se ha desarticulado un grupo criminal que se dedicaba a cometer robos con fuerza en las cosas en domicilios de localidades del Bajo Guadalquivir, sin importarles que sus moradores acabaran de salir a realizar la compra. Como consecuencia de esta operación policial, se han llevado a cabo seis registros domiciliarios, practicados de forma simultánea donde se han recuperado multitud de objetos robados por los miembros de este grupo, detenido a ocho personas implicadas en los delitos.
La Guardia Civil, inició sus investigaciones tras tener conocimiento de una serie de robos con fuerza en las cosas cometidos desde finales del verano pasado cometidos en viviendas de localidades como Chipiona, Sanlúcar, Jerez o Rota. A los investigadores les llamó la atención que en muchos casos los robos se cometían cuando los moradores acababan de salir a la compra o a realizar alguna gestión por la localidad, lo que hablaba de que los componentes de la Organización realizaban vigilancias previas en las viviendas que habían marcado como objetivo.
La indefensión y gravedad de tales actos delictivos, el peligro en que podrían derivar desembocando en hechos más graves si los moradores de las viviendas perjudicadas llegaran a encontrarse en ellas en el momento del robo, convirtieron este tipo delictivo y a sus responsables, en un objetivo prioritario para la Guardia Civil de Cádiz y en particular para el Equipo de Delitos Contra el Patrimonio, quienes en unión de los guardias civiles del Área de Investigación de Chipiona se hicieron cargo de la investigación.
En el trascurso de sus investigaciones, los agentes desvelaron la existencia de un grupo organizado, que había fijado como objetivo, viviendas unifamiliares de dos plantas a las que accedían escalando por uno de sus laterales, forzando las ventanas de las plantas superiores o la puerta auxiliar de las viviendas, para a continuación, saquear todas las habitaciones de la propiedad y llevarse todos los efectos de valor que hallaran, tales como joyas, relojes, dinero en metálico, bolsos y carteras con documentación, teléfonos móviles, aparatos electrónicos, informáticos, etc..
Más allá del valor económico de los efectos sustraídos y de los daños producidos a la vivienda, las victimas de estos robos relataban con tristeza el valor sentimental de algunas de las piezas que les fueron sustraídas, recuerdos en muchos casos de familiares ya fallecidos, así como la sensación de indefensión vivida al conocer la irrupción de delincuentes en su domicilio mientras su familia se ausentaba de la propiedad, en algunos casos por un espacio corto de tiempo.
Los agentes del Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Guardia Civil de Cádiz, localizaron a estos delincuentes en la localidad de Chipiona, en una zona marginal con un solo acceso, en la que todos sus vecinos se conocen entre sí, y donde impera un fuerte código de silencio, lo que hizo que la labor de los investigadores fuese muy compleja para no ser detectados. Al ser residentes de las localidades donde cometían sus robos, conocían perfectamente la zona en la que actuaban y les resultaba de extrema facilidad la vigilancia en torno a las viviendas en las que robaban y el control de horarios de sus propietarios.
La Organización, inmediatamente después de la comisión de los robos, vendía su botín, fundamentalmente en establecimientos dedicados a la compra-venta de oro, donde los agentes realizaron un exhaustivo control de los libros de registro, de esta forma se recuperaron algunas de las piezas sustraídas, que fueron identificadas sin género de dudas por las víctimas de los robos. Además se obtuvieron pruebas determinantes para la identificación de los responsables de esas ventas.
Una vez identificados todos los miembros de la Organización y asignado a cada uno de ellos el rol que desempeñaba en la misma, se solicitaron los correspondientes mandamientos judiciales de entrada y para seis domicilios de Chipiona, donde se llevaron a cabo los mismos de forma simultánea, con el fin de evitar posibles huidas y destrucción de evidencias, practicándose las detenciones de los ocho miembros del grupo investigado, así como la recuperación de multitud de efectos sustraídos y otros que relacionaban directamente a los detenidos con los robos. Es de reseñar que durante los registros y detenciones se vivieron momentos de gran tensión debido a la animadversión que las Fuerzas de Seguridad despiertan en esta zona marginal.
Por estos hechos fueron detenidas ocho personas, como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza en vivienda y pertenencia a grupo criminal, resultando ser IVAN O. P., de 26 años de edad, JESÚS B.R.., de 20 años de edad, ADRIÁN M.R.., de 21 años de edad, RAFAEL M.C. de 21 años de edad, MANUEL M.R. de 44 años de edad, JOSE MANUEL D.C.., de 22 años de edad, JONATHAN M.V., de 18 años de edad, y un menor de edad, todos ellos vecinos de Chipiona, los cuales han sido puestos a disposición del titular del Juzgado Mixto nº 2 de Sanlúcar y de la Fiscalía de Menores en el caso del menor de edad detenido.
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