Griñán y Arenas han protagonizado una sesión de control al Gobierno andaluz en el pleno del Parlamento autonómico marcada por las buenas maneras, sobre todo después de que el jefe del Ejecutivo andaluz comenzara su intervención felicitando al PP por haber vencido en las elecciones municipales en la comunidad autónoma.
Ante la petición de Javier Arenas de que convocara las elecciones andaluzas de forma separada, el presidente andaluz ha advertido de que la coincidencia o no "depende dos voluntades" -la suya y la del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero-, y que él ya ha anunciado que las andaluzas serán en marzo de 2012.
"Las elecciones dependen de mi y del presidente del gobierno", ha subrayado el jefe del Ejecutivo andaluz, en respuesta a la petición realizada por el líder de los populares andaluces, quien tras reconocerle a Griñán que es "el dueño de la fecha electoral", debería ir pensando en que haya comicios separados.
En opinión del líder popular, de aquí a las elecciones el Ejecutivo regional "va a hacer poco" por lo que debería "pensar en que lo mejor para los andaluces es que tengamos elecciones separadas, para que estudiemos los problemas y las soluciones propias".
Javier Arenas ha acusado a Griñán de haberse creado "un mundo propio" y que "todo hace presagiar que va a seguir" de esta forma porque se caracteriza por ser "una persona que no escucha a los ciudadanos" e incluso a sí mismo, como lo prueba que su discurso de investidura "ya es papel mojado" sobre todo en materia de reformas.
Ha censurado que no haya puesto en marcha la anunciada reforma de la administración periférica, no haya cumplido su apuesta por la transparencia, la reforma de la Justicia, las medidas para parar los "escalofriantes" datos del desempleo o la reforma de la educación, entre otros compromisos de investidura.
"Y los escándalos y las dimisiones en la Consejería de Empleo son el mayor síntoma de agotamiento político de su proyecto", ha subrayado Arenas, quien ha lamentado que se pueda perder una generación de jóvenes porque el 52 por ciento está en el paro y la tasa de fracaso escolar está en el 37 por ciento.
En opinión del líder del PP andaluz, ha "fracasado" la terapia del PSOE contra la crisis, porque primero "negaron" la crisis haciendo responsable de ella a la economía internacional, para posteriormente "vender" el "cuento chino" de la economía sostenible y "denostar al ladrillo en la mejor zona residencial: Andalucía".
Javier Arenas ha recordado a Griñán que cuando tomó posesión del Gobierno andaluz asumió los compromisos de su antecesor, manuel Chaves, por lo que ha lamentado que tanto él como el expresidente de la Junta "nos haya hecho perder tantos años de futuro en Andalucía".
El presidente andaluz ha negado las críticas del dirigente del PP de que no se han producido reformas y ha añadido que la prueba es que los datos económicos "empiezan a tener una cara más amable" -como el aumento de las exportaciones o el turismo- que ponen de manifiesto que "algo empieza a cambiar en una realidad económica".
Ha admitido, no obstante, que "falta mucho" y el problema del paro es "enorme", de forma que la salida de la crisis será "lenta", pero ha vuelto a reiterar que el Gobierno andaluz ha hecho reformas en la economía y también reformas sociales, de aumento de las becas, las de apuesta por la investigación, y las reformas institucionales.
"Es verdad que la crisis sigue golpeando duramente y estamos introduciendo reformas y estamos seguros de que se van a lograr resultados", ha recalcado José Antonio Griñán, quien ha rechazado las denuncias de Arenas de que el Gobierno andaluz se caracteriza por el "descontrol" del gesto público.
El presidente de la Junta ha recordado a Arenas que no es lo mismo gobernar que hacer oposición, por lo que le ha pedido que lleve al Parlamento "propuestas alternativas", y ha reclamado del jefe de la oposición que "colabore".
La respuesta de Arenas fue recordar al presidente de la Junta que en toda Andalucía "hay una verdad a voces del descontrol del gasto público" de la Junta, y reclamar una reforma de la Ley de Hacienda Pública para que no vuelvan a producirse casos como el de las "irregularidades" de los ERE y las ayudas a empresas en crisis.
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