Los hermanos Gonzalo Galnares fueron los campeones del ranking andaluz en la categoría 420, mientras que Marta Garrido se impuso en la clasificación del Optimist femenino. Unos éxitos que los competidores del club puntaumbrieño intentan extender a 2010. En este sentido, la joven Marta Garrido se impuso hace unos días en la primera Regata Provincial de la clase Optimist, clasificatoria para el Campeonato de Andalucía. Y por su parte, los hermanos mellizos Luis y Javier Gonzalo Galnares se adjudicaron a mediados de enero la segunda prueba de la Copa de Andalucía de 420, disputada en aguas de la bahía de Málaga.
En el acto desarrollado en la Bodega San José de El Puerto de Santa María, el presidente de la Federación Andaluza de Vela, el onubense Eduardo Zalvide, entregó a la presidenta de la Diputación de Huelva recibido la Insignia de Oro de la Federación Andaluza de Vela. Este galardón es un reconocimiento a la difusión y el apoyo que desde la Diputación de Huelva se viene prestando al deporte de la vela a través de la Regata Oceánica Huelva-Isla de la Gomera, que el pasado año cumplió su vigésimo quinta edición.
Petronila Guerrero agradeció esta distinción y aseguró que "para la Diputación, la Regata Huelva-La Gomera tiene una especial significación, ya que además de ser una prueba deportiva, tiene un componente histórico y cultural que le prestan sentido". Desde sus inicios, la Diputación de Huelva ha impulsado la celebración de la Regata con el claro objetivo de fomentar el deporte de la vela, aunando en ella su vocación transoceánica y su espíritu colombino.
Cabe recordar que la Regata Huelva-Isla de la Gomera es la única regara oceánica que se celebra en España y que el pasado año alcanzó su momento más álgido con la participación de 32 barcos, nueve de ellos de la provincia de Huelva. Junto a la insignia recibida por la presidenta de la Diputación, la Gala de la Vela Andaluza también tuvo un recuerdo muy especial con el capitán de navío Juan Luis Cervera Govantes, desaparecido en el mar durante la regata Mar de Alborán. Su viuda, María Dolores Carcaño, fue la encargada de recoger de manos de Eduardo Zalvide, la Insignia de Oro concedida a su marido a título póstumo.
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