Sanlúcar

Una Cabalgata de Reyes que no tiene fronteras

La Jara volvió a unir a Sanlúcar con Chipiona

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  • La Cabalgata de La Jara une a Sanlúcar de Barrameda con Chipiona -
  • Se celebró por primera vez en el año 1952
  • Se ha asentado con el paso del tiempo
  • La Reyerta es la zona que une a los dos términos municipales

La Cabalgata de los Reyes Magos de La Jara tiene un atractivo muy especial porque su comitiva avanza por los términos municipales de Sanlúcar de Barrameda y Chipiona, teniendo a La Reyerta, por la zona de salida y de llegada el punto que une a estas dos localidades tan cercanas entre sí, como punto de referencia.

La primera vez que se celebró fue en el año 1952. Ya han pasado 72 años y todo apunta a que esta tradición, fijada para el día 6 de enero, se mantendrá con el paso del tiempo.

La salida tuvo lugar en Venta Bachicha. Las ocho carrozas, desde donde se lanzaron una gran cantidad de caramelos, frutos secos y regalos,  se dirigieron hasta el término municipal de Chipiona. Llegaron a Venta Aurelio y posteriormente al Centro de Capacitación Agraria y vuelta dirección a La Reyerta para acabar el trayecto en el mismo punto de partida. El presidente de la Aso­ciación de Vecinos Valde­co­nejos - La Jara - Montijo, Jo­sé Manuel Ahumada Domínguez, manifestó que “Sanlúcar de Barrameda y Chipiona se unieron gracias a la Cabalgata de La Jara. Además de los residentes de estas dos localidades nos visitaron personas procedentes de Rota y El Puerto de Santa María. Fueron ocho carrozas que estuvieron cargadas de caramelos, frutos secos y regalos”.

Recuerda que “estamos hablando de una tradición que nació en los años 50. Son siete decadas y en donde se empezó con un burro”.

Destaca que “siempre animamos a la gente para que nos visite y que deje sus coches bien aparcados en lugares estrechos. Los ni­ños despiden a los Reyes Magos en La Jara, al contrario que ocurre en la Cabalgata principal de Sanlúcar de Barrameda”.

No quiere obviar que “nos llevamos el año preparando todo aunque es en los últimos seis meses cuando más trabajo tenemos. La Cabalgata es lo que se ve, no lo que hay por detrás. El suspiro llega cuando la comitiva ha cubierto todo el recorrido”.

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