Sacerdotes de diferentes parroquias de la ciudad se están uniendo a la petición de que la práctica religiosa en las iglesias se considere una actividad esencial, dado además que no se conoce caso alguno de contagio que haya tenido lugar en los templos durante la celebración de cultos, según un escrito que han trasladado a este periódico.
“En caso de confinamiento domiciliario o de restricciones de horario tales que no hagan posible el ejercicio de la vida religiosa a muchos por coincidir con su tiempo de trabajo, clases… no se puede usar legalmente, ni moralmente, el estado de alarma para suprimir el derecho de la libertad religiosa. Las celebraciones de los sacramentos, catequesis, reuniones de oración en locales parroquiales o en casas… deben seguir y se acogerían legalmente a la opción existente en la lista de actividades permitidas por el decreto de alarma: ¨cualquiera otra actividad de análoga naturaleza, debidamente acreditada¨.
“Esta opción existe tanto en el decreto de marzo como en el actual. Acreditada la actividad religiosa por la parroquia, los fieles podrían seguir ejercitando la libertad religiosa comunitaria en locales parroquiales o familiares”, dicen en el escrito junto a otras consideraciones de carácter legal y religioso.
Por supuesto que dejan claro el cumplimiento estricto y religioso de todas las medidas de seguridad sanitaria establecidas por las autoridades.
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