En el sector, hay opiniones diversas pero con un denominador común: la repercusión negativa que puede acarrea esta medida, de producirse, en sus negocios.
El dueño del Pub Excalibur, Goyo Solorfano, es consciente de que “indudablemente a los negocios de la noche nos va a afectar, debe de afectarnos”, reconociendo que la actividad de un local nocturno, guarda estrecha relación con el hábito de fumar, aunque él, busca una salida positiva a la medida.
“Aunque nos afecta, no creo que condicione el negocio, pienso que será como todo, habrá que adaptarse a la Ley. Antes, no se concebía que no se pudiera fumar en un taxi. Ahora estamos acostumbrados, quizás pasa lo mismo con esto, explica el hostelero de la Punta de San Felipe, al que le preocupa más “la situación económica”.
“Pagan los propietarios”
Mucho más contrariados se muestran hosteleros como Luis Manuel Rubio, dueño del Arsa.
Rubio asegura que “en un bar donde básicamente se vende alcohol, el 80% fuma. El pato lo vamos a pagar los propietarios de los bares. Va a ser complicado, ya que no podemos estar pendiente de todo y encima, ahora a controlar que no fumen, e incluso pelearnos con los usuarios que no acepten lo que le digamos. Además, va a traer trastornos en la calle, porque si salen a fuera a fumar, charlarán y los vecinos protestarán, además al portero lo volverán loco”, explica.
Para este hostelero se trata de una medida “que en Cádiz, a día de hoy, no es muy factible”, porque “la gente no la veo yo con ánimo de salir fuera para fumar”.
“Más paro, menos venta”
El dueño de La Mirilla, el pub Yunke y la discoteca Vanitas, Juan Ponce de León, ve la medida propuesta “todo un sinsentido que nos afectará y mucho a los hosteleros”.
“Lo veo un sinsentido. Hace poco ya salió una ley y se eligió, cada establecimiento, si hacerse local de fumadores o no fumadores. En mi caso he hecho unas inversiones en mis locales de unos 6.000 euros por local, más mantenimiento, y para colocar aparatos que dan una calidad certificada al aire. ¿Quién me paga eso ahora?”, explica Ponce de León.
Lo que sí tiene claro el hostelero es que además de ser “una medida dura y radical”, va a provocar “que la gente salga menos y consuma menos”, asegura, circunstancias que a su juicio provocarán daños graves en el sector.
“Esto cuasará el cierre de locales, bajada de venta, aumento del paro y muchas cosas más. Es erróneo y ahora mismo no es el momento más adecuado, en plena crisis, para dar una puntilla a un sector que está sufriendo una bajada considerable en ventas en estos últimos tiempos”, explica.
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