Estimada Silvia:

¿Está ya Ciudadanos Portuenses en el proceso de darse la vuelta como un calcetín?

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El tarseño Saulo, más conocido por San Pablo, fue uno de los más importantes precursores de la religión católica y de su expansión en los albores de la cristiandad. Y es que Saulo de Tarso contaba con una serie de ventajas entre las que se encontraban el dominio del griego, su lengua materna, y un amplísimo conocimiento de la cultura, la política y la sociedad romanas.

Conoció los textos de los grandes escritores y pensadores de la cultura helénica; este hecho le aportó una apertura de mente especial. Podía recitar el Antiguo Testamento o los escritos antiguos de memoria, y aunque era fariseo, tradicionalista hasta rayar lo inverosímil, legalista y testarudo, también sabía trabajar con sus manos ya que su padre se afanó en enseñarle el oficio de tejedor antes de enviarlo a estudiar fuera de Tarso.

Esta experiencia de vida no hizo más que abrirle las puertas de donde llamaba. Por ende, los propios cristianos se fiaban poco de ese recién converso caído del caballo. “¿Cómo fiarnos de este que había incitado a la lapidación de San Esteban o había perseguido a los cristianos con profusión?”, se decían.

Pensaban que se trataba de un infiltrado que lo que único que pretendía era obtener información para traicionarlos más tarde. Pero Pablo perseveró y tras gran número de vicisitudes, azotes, hambre, sed, engaños…, recaló de nuevo en Jerusalén y allí fue apresado por predicar la Buena Nueva.

No se atrevieron a juzgarlo por su condición de ciudadano romano y fue enviado a Roma. Permaneció encarcelado en la ciudad eterna, donde tuvo tiempo de escribir seis de sus doce epístolas antes de ser declarado inocente…

Y siguió evangelizando. ¿Quién dice que las personas no puedan cambiar? ¿Quién podría afirmar que lo de renovarse o morir esté mal? Hoy quiero opinar sobre la faceta política de tu persona –casi media vida- porque los movimientos acaecidos aquí y allá me obligaban a una reflexión más profunda.

Lo primero que nos encontramos es que Independientes Portuenses cambia de nombre. Conforme, Saulo de Tarso se convirtió en San Pablo.

Tú no te caíste de ningún equino, pero tu caballo no consiguió llegar el primero a la meta, quizás por los pedruscos de las inhabilitaciones, las deserciones, las imputaciones y los desgastes encontrados en el camino.

Es demasiada carga para un partido localista después de 14 años de gobierno, aunque el dicho de “otros vendrán que bueno te harán” podría aplicársete de vez en cuando. Y aquí se me plantea un problema: si algo tiene Independientes Portuenses es pasado –con todo lo bueno y malo que eso conlleva-, pero Saulo también lo tenía y ya sabemos que les costó mucho a los primeros cristianos otorgarle su confianza. Ciudadanos, sin embargo, es un partido nuevo, sin pasado, sin mancha, sin reproches y con un candidato joven… a nivel nacional.

Por ejemplo, entre las medidas a tomar, Ciudadanos propone defender la elección de los candidatos a alcalde mediante elecciones primarias, limitar a dos legislaturas el mandato máximo de los alcaldes, propugnar listas abiertas para la elección de los concejales, promover presupuestos participativos, realizar consultas populares en determinadas ocasiones, crear en el seno del partido un órgano de control interno anticorrupción, separar de manera inmediata de todo cargo público a cualquier imputado, declarar públicamente los incrementos de patrimonio, buscar la responsabilidad patrimonial subsidiaria de los políticos, plantear la incompatibilidad de alcaldes y concejales, reducir el número de teniente-alcaldes, áreas de gobierno y el número de altos cargos y de confianza, limitar el número de asesores o el sueldo de cargos públicos… ¡buf! ¿Está ya Ciudadanos Portuenses en el proceso de darse la vuelta como un calcetín y que las pelotillas de pelusa queden para dentro? Segundo asalto, María Gómez y Antonio Díaz dejaron de representar a Independientes Portuenses en la corporación municipal.

Todos los abandonos en política son por motivos personales o profesionales. No falla. Luego Diego Muñoz que deja el Partido Popular –autor de su descubrimiento- y que se enrola en tu partido para ver qué pasa. Por último en esta misiva, todavía no sabemos si serás alcaldable o no. En definitiva, preguntas sin respuestas y exigencias de partido. Tuyo afectísimo.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

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