La actividad tuvo lugar en la Plaza de las Monjas, lugar en el que numerosos ciudadanos asistieron a las explicaciones de dos entrenadoras de perros, que, acompañadas por un Labrador y un Golden Retrevier, exhibieron las habilidades de estos caninos tanto para acompañar en el paseo, como para evitar los obstáculos en su acompañamiento con personas invidentes. Para que el ciudadano tomara conciencia, fueron diferentes los asistentes que salieron para, con los ojos tapados, dar un paseo guiados por los perros por un circuito acondicionado para ello. El voluntario más peculiar fue el alcalde de Huelva, que se encargó de romper el hielo, y, con los ojos tapados, pasear por el circuito confiando en que el perro guía le hiciera no tropezar con ninguno de los obstáculos puestos.
La actividad está enmarcada dentro de los actos del bicentenario de Luis Braille, y con el propósito de “dar a conocer lo importante que es un perro guía para una persona ciega, y la dificultad que entraña formar a un perro para esta función”, explicó Antonio Casado Martín, director de la delegación onubense de la ONCE.
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