El padre de uno de los bebes, una niña de 14 meses, que estaba en el avión explicó que los cerca de 200 viajeros que pretendían viajar pasaron todo el tiempo “sin aire acondicionado” y no fue hasta el final cuando repartieron “dos o tres botellas de agua” con la que dieron de beber a su hija, que se encuentra en buen estado.
Otra de las afectadas encerradas en el avión, Elisa Macías declaró para Europa Press que una vez estaban sentados dentro del avión, el capitán explicó la situación “únicamente en inglés” y tras escuchar las quejas habló en italiano, para que luego otra persona comunicará en un español, que “no se le entendía la mitad”, que “fallaba el compresor y no se podía arrancar el aire acondicionado ni los motores”.
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