Sevilla

La pelea de Pellegrini con la incertidumbre

No suele el chileno ni inmutarse ni cambiar los tonos de voz cuando se manifiesta sobre algo, pero la cara es delatora del disgusto

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  • El entrenador del Real Betis, Manuel Pellegrini. -

Los cartesianos se llevan mal con la incertidumbre por una indeclinable vocación por el orden y la previsión y, en el caso del chileno Manuel Pellegrini, lleva dos años en los que, cuando creía tener la plantilla cerrada, el mercado lo ha puesto a prueba con salidas no previstas en su cuaderno de 'Ingeniero'.

Si la temporada pasada calificó de irresponsabilidad la salida de última hora del central italo-brasileño Luiz Felipe Ramos rumbo al fútbol saudí, en esta se ha encontrado con más de lo mismo, en las vísperas de jugarse el pase a la siguiente ronda de la Liga Conferencia ante el Kryvbas ucraniano en el Benito Villamarín.

No suele el chileno ni inmutarse ni cambiar los tonos de voz cuando se manifiesta sobre algo, pero la cara es delatora del disgusto que le supone que, cuando entiende que su plantilla está cerrada para afrontar con garantías tres competiciones, empiece el baile de nombres y el descuadre de los planes de pretemporada.

La llegada del delantero brasileño Vitor Roque, cedido desde el Barcelona, había completado, en opinión del 'Ingeniero', la plantilla verdiblanca, pero fue sentarse ante los periodistas en la previa del duelo europeo y saber que uno de sus jugadores franquicia, el internacional francés Nabil Fekir, estaba viajando para cerrar su traspaso al fútbol árabe, como Luiz Felipe.

La pasada temporada ya dio su opinión sobre el caso del central, cuya salida descuadró el eje de la defensa durante todo un ejercicio en el que volvió a hacer la misma declaración de pragmatismo, al mantener que su equipo jugaría con lo que tenía y que llegaría hasta donde pudiese, aunque la falta de centrales fue, según mantuvo la causa de la eliminación de su equipo ante el Glasgow Rangers escocés.

En esta, más de lo mismo porque, en asuntos capitales como la organización deportiva, un cartesiano -los ingenieros son el paradigma- no suele cambiar de parecer.

"Ya di mi opinión y la mantengo. Creo que el plantel estaba cerrado con la llegada de Vitor Roque. Teníamos un plantel más o menos competitivo para tres competiciones. Ya el año pasado las consecuencias se pagaron con la salida de Luiz Felipe que no se pudo reemplazar. Mi opinión no la puedo cambiar y en la medida en que salen, pasamos a estar incompletos", consideró.

El técnico santiaguino siempre ha sido claro, tanto a la hora de exponer sus argumentos futbolísticos como a la de entender que "hay que llegar siempre a ese equilibrio deportivo y económico", en referencia a los malabares de las direcciones deportivas en armonizar los presupuestos y los límites salariales con la competitividad de las plantillas.

Con el "cualquiera puede salir", Pellegrini ilustró la incertidumbre de esta fase final del mercado, en la que además de Fekir, hay otros nombres en la plantilla bética que han sonado para salir en este tramo como Rodri Sánchez o el canterano Assane Diao, entre otros.

El entrenador del Betis fue más allá de la casuística y reflexionó sobre una situación que, en opinión de alguien ordenado y cartesiano, no es la más deseable porque, según afirmó, "hace mucho daño a la competición si empieza y todavía las plantillas pueden cambiar".

"Hay dos meses en el verano para hacer transferencias y alargar el mercado con la competición iniciada es pésimo", subrayó. 

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