La tercera edición de estos premios arrancó con la proyección de un vídeo presentación sobre Trigueros, sus tradiciones, su cultura, sus rincones, sobre algunas personalidades y que dejaba un ambiente de solemnidad que no iba a esfumarse en toda la gala.
Tras las imágenes, el alcalde de Trigueros, Cristóbal Romero, recogió el testigo y se dirigió a un patio de butacas repleto de autoridades, premiados y otros triguereños que no quisieron faltar a una de las citas más importantes del calendario oficial del municipio.
El primer edil se refirió a las Medallas de Honor de la ciudad como “un reconocimiento a quienes nos hacen más grandes, a quienes nos hacen distintos”. “Todo municipio tiene que tener la capacidad de premiar a quienes se lo merecen y en Trigueros lo sabemos hacer, lo supimos hacer y lo haremos siempre”, dijo.
Romero felicitó al presidente de la Cooperativa, Manuel Conde Sayago, y a la presidenta de AFA El Trigal, Antonia Vega González, y les agradeció en nombre de toda la localidad el trabajo que desempeñan. Sobre la Cooperativa San Antonio Abad, el alcalde mantuvo que “ya forma parte de la historia de Trigueros, está integrada totalmente en nuestro pueblo. Hoy es de vital importancia para nosotros. En un mundo globalizado como en el que vivimos, se hace más necesaria la unión entre los agricultores. Sin esta unión se encontrarían todos indefensos”. Además, dejó claro que se trata de una cooperativa que “ha sabido actualizarse a los constantes cambios del sector”. “Nuestro pueblo se siente en deuda con la Cooperativa”, sentenció.
Cristóbal Romero también tuvo una mención especial a AFA El Trigal. Sobre esta asociación destacó su carácter servicial, ya que “todo aquel que lo ha necesitado ha tenido el apoyo de AFA El Trigal”. “El mundo en épocas de crisis necesita asideros a los que agarrarse, personas que le den razones para quererse, razones para avanzar, hombros en los que apoyarse y eso lo da esta asociación”, dijo.
El alcalde concluyó su intervención hablando de la emotividad de estos reconocimientos, ya que detrás de éstos, “está el sentimiento, porque al que se le reconoce se le quiere”.
Cooperativa Olivarera San Antonio Abad
La actividad cooperativista se inicia en Trigueros a finales de los años 50. En aquel momento, los olivareros se encontraban dispersos y aunque había dos sociedades que recogían la aceituna, más de 400 agricultores de Trigueros tenían serias dificultades para vender sus cosechas.
La Cooperativa San Antonio Abad se funda en 1960 y engloba algunas almanzaras particulares y otras sociedades agrarias más pequeñas que ya existían. Desde su fundación ha tenido una gran relación con el Ayuntamiento hasta tal punto que tras su fusión con la Cooperativa Virgen de los Dolores y disponiendo los socios de una gran extensión de terrenos en el centro del pueblo, la Cooperativa decide por unanimidad ceder 10.000 metros cuadrados para la construcción del Instituto Dolmen de Soto. Cabe destacar el esfuerzo en los procesos de gestión y ejecución, culminados sacando al mercado la marca Oleo Campiña. Esta marca es el resultado de la modernización de las infraestructuras productivas que, unido a la gran calidad de su aceite, le ha proporcionado una mayor identidad con las fórmulas más apropiadas.
Afa El Trigal
La Asociación de apoyo mutuo de Familiares de Alzheimer pone en marcha en 2004 programas de psicoestimulación y autoayuda. La misión de AFA El Trigal se concreta en su deseo de contribuir a la conquista de la enfermedad del Alzheimer y otras demencias y el afán de conseguir un aumento de la calidad de vida del enfermo y su cuidador. En la actualidad, la asociación cuenta con tres monitoras de psicoestimulación, una conductora del vehículo adaptado, una trabajadora social y una psicóloga. La asociación facilita a profesionales y familiares el acceso a cursos específicos de intercambios de experiencia y mantienen en funcionamiento los programas tradicionales.
La enfermedad del Alzheimer nos sitúa en una realidad dramática, agravada por las previsiones de crecimiento futuro. No obstante, AFA El Trigal encara el futuro con optimismo realista y confía en que la investigación biomédica busque las causas del Alzheimer y consiga acabar con esta enfermedad que golpea el cerebro de los enfermos y el corazón de su familia.
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