De esta forma, todas las bolsas que se utilizan en el Hospital tienen el tamaño estandar. Éstas contienen unos 300 centímetros cúbicos de sangre, y en el caso de los neonatos sólo se utilizan 50 centrímetros cúbicos como mucho, o lo que es lo mismo, la sexta parte, el resto acaba en la basura, al no poder reutilizarse. Estas fuentes indicaron que el servicio de Neonatología suele realizar una transufisión diaria a un recién nacido, lo que se traduciría en más de 300 bolsas de sangre desperdiciadas al año.
En este sentido, insisten en que este derroche se arreglaría con el simple hecho de especificar la cantidad de unidades de menor tamaño cuando se realiza el pedido. Asimismo, las fuentes consultadas se muestran muy sorprendidas con esta manera de proceder, al tratrase de una de las unidades que más control realiza del gasto económico.
Este medio también ha podido confirmar que el CRTS tiene la posibilidad de ofrecer a los hospitales esta posibilidad, por lo que sería una cuestión de voluntad.
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