Las letras del costumbrismo en Málaga tienen en Arturo Reyes a uno de sus principales baluartes. En 2018 se cumplen 105 años del fallecimiento de este escritor malagueño del que, más de un siglo después, la ciudad que lo vio nacer aún conserva mucho patrimonio y memoria documental de este autor del siglo XIX, de cuya pluma salieron títulos como ‘Cartucherita’ (1897) o ‘La Goletera’ (1900). Uno de los lugares donde se puede contemplar parte de su legado es el museo de Artes y Costumbres Populares (MUACP) que conserva su despacho y su biblioteca gracias a una donación de la familia. En el se pude contemplar por ejemplo, el título de Hijo Predilecto de la ciudad que se le concedió en 1911. Todo, rodeado de otras estancias que recrean escenas de la vida burguesa decimonónica local porque “este museo se fundó hace 41 años para conservar, proteger y sobre todo investigar el patrimonio etnográfico de Málaga y su provincia”. Estas palabras corresponden a Emilia Garrido, directora del MUACP, que añade que añade que el distintivo de esta institución respecto de otras de similar tipología es los testimonios de la burguesía malagueña. Entre ellos, los testimonios gráficos, ya que la cultura malagueña de esta centuria encontraba en la imprenta su forma de expresar. Junto al citado despacho se encuentra material proveniente de la empresa Sur Dardó, fundada por los poetas malagueños Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, de ahí el Modernismo de las imágenes de piedra. También se encuentran las litografías resultantes de Gráficas Alcalá, empresa especializada en carteles de toros y en los lechos de las cajas de pasas. Otras de las estancias fundamentales para entender esta forma de vida intelectual y social era el gabinete: una habitación situada en la parte pública de las viviendas en la que se recibía, se tomaba el té, se tocaba el piano y que se adornaba con una clase de textiles que indicaba la posición que ocupaba la familia en cuestión, que ya formaba parte de una clase que tenía poder económico pero que también buscaba el poder político.
De esta Málaga que lo rodeaba, hay que destacar, sin duda alguna, la figura de Narciso Díaz de Escovar. De pasado seminarista, licenciado en Derecho y Filosofía y Letras, este autor polígrafo, llegó a ser presidente de la Diputación y gobernador civil de Málaga y en lo personal,miembro del círculo más cercano de Arturo Reyes, junto a quien fundó, además de con José Ruiz Borrego, la ‘Academia Provincial de Declamación’,un centro docente de teatro para jóvenes que nació en el año 1886. Escovar le da nombre a uno de los archivos históricos más importantes de la provincia, que se encuentra también bajo los muros del Museo de Artes Populares. La figura de Arturo Reyes está además presente a pie de calle. En el año 1964 fue inaugurada una estatua en su recuerdo, obra de Adrián Risueño, situada en el extremo oeste del Parque de Málaga. En este conjunto monumental se aprecia el busto de Reyes sobre un pedestal y ante él, se alza una figura femenina que representa a ‘Trini, La Goletera’, protagonista de una de sus citadas novelas. El nomenclátor de la capital tuvo hueco para el autor, dando su nombre a una vía ubicada en el distrito de Bailén – Miraflores.
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