El Ayuntamiento y el Consejo Local de Hermandades y Cofradías celebrarán los próximos días una reunión preparatoria de la Semana Santa, ya que las procesiones afectan a la vía pública y a otros aspectos de la vida cotidiana del municipio que requieren como es normal de una coordinación.
Por lo pronto, el alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, asegura que el Ayuntamiento se volcará con la Semana Santa porque, con independencia de su valor religioso y sentimental, supone un acontecimiento muy importante en la vida de Arcos; de hecho, está declarada como de Interés Turístico Nacional con todo lo que ello implica de cara al recibimiento de visitantes.
Sin embargo, uno de los escollos que habrá que solucionar inevitablemente será los problemas derivados del derramamiento de cera en la vía pública, ya que este asunto viene provocando un ingente número de accidentes tras la celebración de Semana Santa con las correspondientes denuncias al Ayuntamiento, lo cual acaba derivando en voluminosos gastos que termina pagando de una u otra forma el ciudadano. Caídas de ciclomotores, frenos de vehículos que no responden, caídas de peatones en plena vía pública, resbalones... son algunos episodios que se repiten un día sí y el siguiente también tras las procesiones; situación, en suma, que el Ayuntamiento intenta evitar con algunas alternativas que serán estudiadas con los cofrades.
“Este Ayuntamiento lo único que quiere es encontrar una solución dialogada y consensuada, pues no impondrá nada”, señalaba el alcalde.
Isidoro Gambín considera que se puede dar una solución que parta de la voluntad y de la presentación de alternativas. En este sentido, aunque no exista confirmación alguna a este respecto, una alternativa podría ser el uso de tulipas para facilitar la recogida de cera; una medida que se lleva a cabo en otras ciudades y cuya aplicación, con independencia de su carácter más o menos estético, puede dar una solución a los accidentes. No obstante, esta posible medida ya estaría encontrando algunos detractores que piensan en que va en detrimento de la tradición, sin reparar en el daño que la acumulación de cera provoca en el municipio, ya que se trata de un material fácilmente transportable por los propios neumáticos de los vehículos, incluso por el calzado, para terminar impregnando otras zonas fuera de los recorridos procesionales.
Comercio local
De otro lado, este medio ha sabido que una de las peticiones que podría formular el Consejo de Hermandades es el cierre del comercio en las horas de las procesiones, aunque esta medida afectaría a determinados negocios y dependería evidentemente de la voluntad de los afectados. El alcalde ha señalado desconocer esta posible demanda y que, como tal, prefiere no pronunciarse.
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