La entrada de dinero fresco en las huecas cuentas corrientes de Abengoa por parte de los nuevos accionistas que apoyaron el plan de reestructuración que evitó el concurso de la empresa en noviembre pasado se complica. A la entrada en concurso de acreedores de la filial clave de México el pasado 20 de diciembre se sumó, ayer, otro frente judicial en España. El juez de lo Mercantil de Sevilla que, precisamente, homologó el acuerdo financiero de la empresa y el 86% de sus acreedores para evitar la quiebra ha dado a conocer un auto en el que acepta nueve impugnaciones contra ese acuerdo.
Proceden de acreedores como la entidad financiera pública estadounidense Export-Import Bank of the United States (US Exim), el gigante asegurador Zurich, el fondo de desarrollo para países islámicos Iciec, el grupo financiero chino Haitong, la eléctrica americana Portland General Electric (Abengoa fue expulsada de las obras de una central de gas por este cliente ante los incumplimientos de contrato y ambos pugnan también en tribunales de EEUU), o acreedores particulares.
Se da la curiosa circunstancia de que el empresario sevillano Rosauro Varo, antiguo accionista de Pepephone antes de su venta a Masmovil el año pasado, no ha podido incluir su impugnación como acreedor de Abengoa al presentarla fuera de plazo.
La resolución de estas impugnaciones -Zurich y Haitong han pedido además documentación para ampliar sus peticiones de impugnación- es clave para que los 1.200 millones de euros a aportar por fondos y bancos, que controlarán la mayoría de Abengoa, entren en la empresa por fin este mes.
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