Las calles de El Puerto están repletas de excrementos de perros, bien por la desidia del equipo de Gobierno, con David de la Encina al frente, bien por el incivismo desmesurado de los ciudadanos.
Si uno quiere mantener sus zapatos limpios y fuera del alcance de los excrementos de los perros debe ir mirando hacia el suelo, porque cualquier despiste y cualquier paso en falso nos puede llevar a pisar una deposición. Una ardua tarea sin duda es evitar las comúnmente conocidas como caca de perros, porque parece que estas se extienden como si de una plaga se tratase. Los portuenses se sienten indefensos ante esta situación, porque “no podemos llamar a la Policía Local para ello, porque para este tipo de cosas ni siquiera se molestan en venir”, explica Mercedes Romero. “Y si no tenemos perro, no tenemos por qué consentir que los dueños de los perros sean algo guarros y no recojan los restos que van dejando sus mascotas”, continúa afirmando.
Hay otros vecinos que incluso afirman que “no se puede decir nada a los dueños de los perros que miccionan en plena calle, con el mal olor que después supone, o pedirles que recojan los excrementos, porque no hacen ni caso. Algunos incluso tienen la desfachatez de encararse contigo o ponerse a las malas cuando se les dice algo”.
Pero los propios portuenses, afectados o no, entienden que hay parte de irresponsabilidad por parte de los propietarios, pero también falta de dejadez por parte del Consistorio. Y es que, según la Ordenanza Municipal sobre Tenencia y Control de Animales de Compañía, la autoridad competente para imponer sanciones o tomar medidas al respecto es el Ayuntamiento, que tendrá que actuar mediante la Policía Local o los inspectores dedicados a dicha tarea.
Dicha ordenanza es clara en su artículo 13, indicando que “la persona que conduzca al animal queda obligada a la recogida de las defecaciones del mismo en las vías y espacios públicos...”. Continúa afirmando que “en el caso de que se produzca la infracción de esta norma, la autoridad municipal podría requerir al propietario o la persona que conduzca al perro a que proceda a retirar las deposiciones del animal. En caso de no ser atendido su requerimiento, podrá imponer la sanción pertinente”.
Y este supuesto es el que consideran los portuenses que no se cumple. “El Ayuntamiento no cumple, porque el estado de las calles demuestra que no se toma ningún tipo de medida”, denuncia F. G.
Este tipo de denuncias entra dentro de la tipología de leves según la citada ordenanza, lo que supone al infractor un desembolso de entre 75 a 500 euros. Una medida, la de informar al infractor en primer momento y denunciar después, que se tomó muy en cuenta en la última etapa del Gobierno del PP y PA, siendo un empeño del entonces alcalde, Alfonso Candón, debido a las quejas de los ciudadanos en la calle.
Por otro lado, todas las asociaciones de vecinos consultadas por este medio tienen entre sus objetivos erradicar las conductas incívicas por parte de los vecinos. Pero ni siquiera aquellas que empeñan parte de sus exiguos presupuestos a esta tarea consiguen resultados que les satisfagan y que permitan que las calles puedan mantenerse limpias. Pero también coinciden en admitir que el Ayuntamiento pone en marcha pocos recursos para conseguir este fin, y por tanto los resultados son “nefastos. No hay calle por la que se pueda pasear con tranquilidad, sin mirar hacia el suelo por miedo a tropezar con una caca de perro”, explican los afectados.
Desde el Consistorio apuntan que están pendientes de recibir los datos de los últimos años en cuanto al capítulo de infracciones. El teniente de alcalde de Seguridad, Ángel M. González, indica que el trabajo de los agentes está enfocado a la prevención en toda la ciudad, “sobre todo en zonas donde más demanda hay como el paseo de Tina Aguinaco, inmediaciones del parque Europa, El Juncal y Barrio Alto, tal y como nos solicitaron en los últimos consejos de distrito”. La intención sigue siendo hacer hincapié en la prevención y se está trabajando para poner en marcha de forma conjunta con Medio Ambiente distintas campañas de sensibilización y concienciación ciudadana, “con el objetivo de mejorar estos aspectos en la convivencia y la tenencia de animales de compañía”, indica.
Playa específica
En cuanto a la playa para perros, el edil de Medio Ambiente y Playas, Antonio Chacón, indica que estos meses la prioridad está siendo la redacción de los pliegos de condiciones de los distintos servicios correspondientes al área y que vencen este año próximo. No obstante, Chacón asegura que la intención es responder a la demanda actual, y “por ello en cuanto tengamos listos los distintos pliegos de condiciones comenzaremos las gestiones oportunas que pasan primero por escoger la zona costera más adecuada contando con la participación de los colectivos interesados”. Una vez consensuada la zona, el siguiente paso es dirigir la petición a la Consejería de Salud y a la de Medio Ambiente, “ya que según la normativa habilitar una zona de playa para perros implicaría deshabilitar su uso para el baño según las apreciaciones técnicas”. Una vez superados los trámites, llegaría el momento para acotar y equipar la zona conforme a la normativa. Chacón expresa la voluntad del gobierno de disponer una zona de playa para el uso y disfrute de las personas con animales y “trabajaremos para que así sea una vez tengamos resueltos los pliegos de condiciones de los servicios de autobuses, limpieza y playas y pinares”.
“Pagamos justos por pecadores”, de la Flave
La federación de vecinos continúa manteniendo su campaña “Pagamos justos por pecadores”, en la que invitan al ciudadano a recoger los excrementos de los perros a sus propietarios para que no se vea afectada toda la ciudadanía.
Carteles de aviso en el parque Europa
La asociación de vecinos de Puerto Nuevo se congratula de que el área de Medio Ambiente haya colocado carteles en el parque Europa para concienciar a los vecinos y visitantes de este espacio público para que sean consecuentes con los actos de las mascotas.
Denuncian pocas papeleras en la ciudad
Los portuenses, tanto los que tienen animales como los que no, se quejan de que existen, sobre todo en distintos puntos de la ciudad, pocas papeleras, lo que puede dificultar la buena intención de los pocos que pretenden ser cívicos.
Los dueños exigen más espacios para sus mascotas
A pesar de que los propietarios de perros cuentan en la ciudad con un espacio en Valdelagrana y otro en el parque del Vino Fino, exigen al Ayuntamiento más lugares para poder estar con sus animales sin ser increpados por el resto de ciudadanos.
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