Andalucía

"No tiene sentido vivir de espaldas al líder, Mercadona"

Álvaro Guillén, consejero y directivo de Aceites del Sur (Acesur), asegura que el acuerdo a través de su fábrica de Jaén es un primer paso

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  • “Merced a nuestra alianza con la familia De Prado y la sociedad en EEUU llevamos 25 millones en ventas”
  • “España seguirá liderando el sector aceitero mundial por volumen y calidad”
  • "En Hacienda Guzmán difundimos la cultura del aceite y tenemos 150 variedades de olivo distintas”

Álvaro Guillén, consejero y directivo de Aceites del Sur (Acesur), asegura que el acuerdo a través de su fábrica de Jaén es un primer paso. Repasamos con él toda la actualidad del grupo aceitero andaluz.

Pregunta. Hacienda Guzmán, donde nos encontramos, es un proyecto de la Fundación Juan Ramón Guillén en pro de la difusión de la cultura del aceite de oliva. Como impulsor de la Fundación y del proyecto Hacienda Guzmán, ¿qué suponen estos proyectos para Acesur y en qué líneas trabajáis?

Respuesta. Desde la Fundación Juan Ramón Guillén, creada en honor en vida de mi padre, fomentamos distintos aspectos de la vida rural y en particular del olivar. La Hacienda Guzmán es un enclave único en el mundo, aquí está la sede de la Fundación y aquí hacemos los aceites Premium Hacienda Guzmán. Este lugar es especial y único porque el concepto de hacienda está ligado al valle del Guadalquivir, lugar desde el que se iniciaron las exportaciones de aceite al Nuevo Mundo. En el caso concreto de esta hacienda, es la más grande en construcción del mundo, con tres molinos de viga que tienen 500 años. Y actualmente es un centro neurálgico del olivar, para cualquiera que quiera formarse en torno al aceite de oliva. Y ello porque tenemos más de 150 variedades de olivos en producción, con aceitunas blancas o del tamaño de un melocotón, sobre las que estudiamos los rendimientos que pueden llegar a tener. Y también producimos en almazaras ecológicas y ofrecemos cursos de formación. Fomentar el conocimiento del aceite beneficia a todo el sector.

P. En general, no sólo Acesur, sino otros grandes grupos aceiteros andaluces se están acercando al campo comprando almazaras. ¿Por qué crees que está ocurriendo esto?

R. Es clave. Nosotros llevamos mucho tiempo acercándonos al campo. Desde hace muchos años tenemos en nuestro accionariado a grupos cooperativistas de Jaén, y yo creo que es lo que aporta valor al sector. Es muy importante esto en un producto que se ha banalizado mucho en los últimos años, aportar valor en toda la cadena desde el productor hasta el consumidor final. Nosotros lo hacemos estando presentes en la agricultura, en el sector industrial, en el envasado, y te diría negociando pero realmente es colaborando muy de cerca con la gran distribución. En España tenemos mucho que hacer todavía, al consumidor le falta mucho sobre la cultura del aceite de oliva, la gente piensa que todo el virgen extra es igual. Y al final esto es como el vino, se aprecia mucho más paradójicamente nuestro producto fuera de España. No en vano nuestra marca La Española está presente en más de cien países, siendo la marca española líder a nivel internacional. Y el nivel de formación de los propios compradores de cadenas de supermercados en el extranjero es muy elevado. La gente cada vez sabe más de aceite de oliva fuera de España, y queremos que aquí, donde somos los mayores productores de aceite de oliva del mundo, la gente cada vez se forme más. Hay muchos tipos de aceite de oliva, todos buenos y saludables, pero igual que en el vino hay categorías de este producto.

P. Precisamente Acesur es uno de los dos nuevos proveedores de aceite de Mercadona, el líder de la distribución en España. ¿Qué supone para la empresa?

R. Acesur está muy presente en toda la distribución española con sus marcas La Española y Coosur, en las que hemos innovado muchísimo en los últimos años. De hecho, Coosur es líder en España en venta de virgen extra. Se han dado ahora las circunstancias para que tanto Mercadona como Acesur hayamos hecho una alianza estratégica muy buena para ambos. Para nosotros supone una operación industrial concreta que encaja en la estrategia del grupo. Y además sería absurdo vivir de espaldas al líder de la distribución en España. Estamos abocados a entendernos y este es un primer paso muy concreto. En este primer eslabón, desde la planta de Coosur en Vilches (Jaén), suministramos un tipo de aceite concreto a unas plataformas de distribución concretas.

P. También tenéis desde hace ya un año una alianza con otra familia andaluza, la familia De Prado, para impulsar las ventas en EEUU. ¿Cómo está funcionando y qué expectativas tenéis?

R. Es otra alianza estratégica, las dos empresas tenemos presencia en EEUU, un mercado creciente y de los principales del mundo. Creamos una empresa al 50% y nosotros comercializamos además las aceitunas de De Prado en EEUU. Finalizamos el acuerdo en 2015 y fruto de él llevamos una facturación agregada de 25 millones de euros derivada de este acuerdo, que no está nada mal. En EEUU hemos aprendido con el tiempo que hay que estar allí físicamente, la empresa americana está acostumbrada a trabajar con empresa americana. Desde nuestra presencia allí tenemos mejores posibilidades de captar mercado.

P. En EEUU, que es un mercado clave para el aceite, ¿cómo os desenvolvéis teniendo en cuenta el peso tradicional del aceite italiano y la presencia de otros muchos grupos españoles?

R. EEUU es un mercado altamente competitivo. Pero España es líder mundial en producción y desde hace dos años líder mundial en aceite de oliva envasado. Pero no competimos sólo con los italianos, los turcos, los griegos o los tunecinos lo están haciendo muy bien. Estamos en un sector difícil en el sentido de que los márgenes son estrechos. Y hay que competir. Sobre EEUU, es cierto que era un mercado netamente italiano. Pero eso tiene una explicación: durante la época de la dictadura, todo el aceite que se producía en España era para autoconsumo dadas las circunstancias de nuestro país. Y los italianos en ese momento se hicieron gracias a la inmigración y a la no competencia con grandes mercados que en aquella época eran emergentes. Lo mismo pasa ahora con España, que ha copado todos los mercados emergentes, como China o India donde de lejos estamos por delante de los italianos. Pero yo siempre he sido un defensor de los italianos. Han hecho las cosas muy bien, tanto a nivel de producción en el que han desarrollado las mejores máquinas, como a nivel comercial donde no vamos a descubrir ahora cómo son de buenos. Los españoles hemos aprendido mucho de ellos. Nosotros llevamos fuera muchos años y hemos visto lo que hacían los italianos y hemos intentado mejorarlo. En EEUU estamos muy cerca de ellos y dentro de que es un mercado de alta competencia, estamos creciendo a sus mismas tasas. Y creo que es un mercado que todavía va a dar mucho de sí.

P. Una frase que se viene escuchando es que todo el aceite que se produce, se vende, incluso en campañas con altas producciones y teniendo en cuenta que cada vez más países se lanzan a producir. ¿Hay un boom del aceite?

R. Respecto a lo que comentas, creo que si volviéramos a tener años de altas producciones en España, Italia, etc volvería a haber excedentes y quedaría un remanente para la siguiente campaña. Crecer en producción siempre es bueno, aunque a escala internacional ese crecimiento es lento porque es una grasa vegetal más cara pero es la más saludable porque viene de un fruto. Aún así, la producción ha crecido mucho más rápidamente que el consumo a nivel mundial. No olvidemos que el aceite representa el 3% del consumo de grasas a escala mundial. En España, es casi el 70%, aunque no es comparable porque aquí es un producto de gran consumo y diario, fuera es un producto de calidad, más caro, se llevan los mejores aceites y se enseña al consumidor desde cero. Por eso los crecimientos son más lentos, pero todos los años crece el consumo de aceite de oliva. También es cierto que se ha plantado muchísimo en países que no eran productores. Veremos poco a poco cómo se va regulando esta situación.

P. ¿Crees que España seguirá siendo líder en el sector aceitero mundial?

R. Sin duda. Producimos hoy el 50% mundial, y si cambia será muy lentamente o porque los chinos se pongan a plantar mucho, que ya han comenzado y hay que ver cómo se da allí el olivo. Lo que hay que ver es cómo el mercado va a regular esta situación. Los italianos siguen comprando aceite en España, porque estamos en un nivel de producción altísimo y a precios competitivos.

P. Acesur y otros grandes grupos están desarrollando distintos proyectos de mejora en sus plantas industriales. ¿Es porque las buenas perspectivas animan a invertir para estar preparados o porque recurrentemente hay que hacer este tipo de inversiones?

R. En el sector es muy importante ganar en eficiencia en los procesos productivos. Nosotros no hemos parado de invertir, especialmente en la planta de Vilches, que es de las más modernas en nuestro sector a escala europea y de las más eficientes. Hoy en día valores como la calidad, que la hay muy buena, casi que se dan por hechos. Y tienes que comenzar a distinguirte por la innovación en tus productos, el buen servicio, y un marketing estratégico que te permita vender las bondades de tu producto y tus marcas. En los últimos 10 años hemos abierto cinco filiales en el extranjero para dar mejor servicio a nuestros clientes en Brasil, EEUU o Japón. Y esto nos ha permitido consolidar la venta de La Española en más de 100 países. Además de otras 20 marcas que venimos comercializando en el mercado exterior.

P. Vuestra empresa no sólo hace aceite de oliva, sino otros tipos de aceites, y también posee negocios relacionados con la biomasa para producir calor o electricidad. ¿Cómo van?

R. Somos muy conocidos por nuestras marcas Coosur o La Española, pero es cierto que somos un conglomerado. Siempre digo que el olivo es como el cerdo, del que se aprovecha todo. En este sentido somos los mayores productores de biomasa, que se exporta prácticamente toda. Estamos también en el negocio de la cogeneración eléctrica, también tenemos nuestras almazaras por supuesto. Todo esto nos ha hecho crecer en torno a nuestro sector. Es lo que queríamos y es lo que queremos además trasladar en los países en los que tenemos presencia.

P. En el negocio de la aceituna, que parece el hermano pequeño del aceite, ¿qué expectativas tenéis?

R. Expectativas hemos puesto como antes te comentaba con esa alianza con De Prado. También hacemos otros productos como aceite de girasol, de semillas, de pepitas de uva muy valorado a nivel mundial. Y luego tenemos una cartera de productos extranjeros que comercializamos aquí en la península ibérica. En aceituna de mesa, que es un negocio bastante distinto desde el punto de vista productivo y de comercialización, es cierto que complementa muy bien la gama comercial de Acesur. Hasta ahora la experiencia es buena.

P. Acesur es una empresa familiar. ¿Os sentís cómodos la segunda generación con este tipo de estructura de la propiedad?

R. Esta generación ya lleva bastante tiempo al frente. Mi padre era un genio y un visionario del aceite. Pero hoy somos un conglomerado familiar altamente profesionalizado. Pero no hay que parar nunca de profesionalizar y de escuchar a asesores externos. Nuestros crecimientos en los últimos años han sido buenos, pese a que han sido años difíciles estos pasados, pero somos un grupo familiar que entiende bien el negocio, trabajamos armónicamente, hemos sabido cada uno tener nuestro espacio y tomar en el consejo las decisiones adecuadas y debatirlas. Nunca se puede saber lo que ocurrirá a futuro pero nuestra voluntad es seguir creciendo en el entorno de la agroindustria.

P. Tenéis accionistas no familiares como Jaencoop o Unicaja. ¿Es la profesionalización un elemento derivado de la presencia de esos socios desde hace años o es algo que la familia impulsa de por sí?

R. Por supuesto que sí, y además animo a otras empresas familiares a tener siempre a consejeros accionistas o consejeros externos ajenos a la familia. Te abren mucho más los ojos para ser más profesional. Desde la compra de Coosur, que fue una de las mejores operaciones que ha hecho nuestro grupo aunque muy dura en el trabajo que llevó consigo, pues tenemos accionistas como Jaencoop, Caja Rural de Jaén o Unicaja que tienen que rendir cuentas en sus consejos y tienen que ver la luz en todos los proyectos en que invierten. Eso nos lleva a nosotros a ser más estrictos y profesionales y a tener siempre una vocación de creación de valor dentro de la compañía.

P. ¿Qué querrías que fuera la Hacienda Guzmán, y la labor de la Fundación, dentro de tres o cinco años?

R. Creo que lugares como este deben de perdurar en el tiempo siempre, hemos hecho una labor muy intensa para convertirlo en uno de los centros neurálgicos del aceite de oliva a nivel mundial. Tenemos la suerte de que está muy cerca de Sevilla, hemos invertido mucho y la estamos abriendo poco a poco al público. Traemos a más de 4.000 escolares todos los años, hay niños que creen que el aceite viene de la botella, han perdido mucho contacto con el campo. Se hace mucha actividad empresarial, formación en nuestro sector. Y además uno de los motivos por los que se crea la fundación, conseguir declarara patrimonio mundial el paísaje del olivar andaluz, ha sido aprobada y remitida al ministerio a Madrid. Esto no sólo afecta al aceite de oliva, sino al turismo de interior, y hablará de la sociedad, la historia, la cultura de algo muy andaluz como es el aceite de oliva. Y si la hacienda ha estado aquí 500 años, ojalá esté 500 años más.

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