Eutopía

No es país para ‘pobres’

No entiendo cómo en la ciudadanía no hay un mayor sentimiento de indignación y participación. Tenemos ejemplos cercanos, donde la población estalla

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Hoy, por un segundo, he deseado una inspiración superflua. De las que se hacen, en forma de goteo constante, en las redes sociales. De esas que engullimos, sin filtro y atropelladamente, porque no da tiempo a pasar de la segunda línea. O fingir que trato de una temática donde todo es permisible, aunque no se sepa hacer la “o” con un canuto. O permitirme el antifaz de “bloguera chip” por un instante, y dar consejos sobre dónde comprar la enésima prenda en esas multinacionales que saben perfectamente los beneficios de perpetuar la esclavitud en el Siglo XXI. Podría escribir sobre el trasfondo de las comidillas que se dan en el faranduleo rosa. O tratar los “transcendentes debates” que se dan en programas donde la única verdad vergonzante es que tienen unas índices de audiencia elevados (bueno esa es la traducción de lo que sus cabezas más visibles mencionan como “share” o “rating”). De camino, también podría utilizar en una frase corta de cuatro palabras, por ejemplo, cinco anglicismos. Podría ser que se me entendiera mejor, y que en mi “Facebook” se pusiese un “hashtag” o un “like” hasta llegar a “trending topic”. Sí...hoy, podría ser un día donde por arte de birlibirloque, en un instante, entendiese la finalidad del “postureo máximo”…Pero no ha sido posible, a lo sumo, logro concentrarme, meditar o poner con esfuerzo la mente en blanco. Así que, lo acepto. De nuevo, me toca decir que no desayunado con Blancanieves y que admito el hecho de no tragarme cuentos absurdos. Lo siento, hay situaciones donde no entiendo cómo en la ciudadanía no hay un mayor sentimiento de indignación y participación. Tenemos ejemplos cercanos, donde la población estalla, y finalmente consigue refrenar los abusos políticos, la arbitrariedad en los recortes en los servicios públicos o el secuestro de sus derechos y libertades. España, se convierte en una caricatura, cuando no indultan y meten en prisión a un joven por una cuantía de 79,20 euros, pero a otros/as que suman infinidad de ceros a la derecha, pueden vivir y esquiar en Suiza, pueden pagar cifras astronómicas en sus fianzas teniendo las cuentas y propiedades embargadas, pueden tener la tentativa y el apoyo de impulsar nuevos partidos políticos, y así un largo etcétera. En España, la acomodación y la pasividad, tiene consecuencias perversas. Todo parece que es irreal, como si estuvieses jugando una partidita de videojuegos o leyendo una de esas recetas milagrosas que todo lo arregla y moldea en el momento más necesario y oportuno. Tenemos una decisión que tomar en las urnas próximamente. Y uno de los efectos que se debiera de producir, es un fuerte varapalo, a quienes utilizan los partidos políticos como plataforma particular de realzar o mantenerse en el poder, hasta que puedan colocarse en las grandes empresas con unos cargos que tienen más título que contenido. Es decir, con una ¿jubilación? gestada de las “rentas-favores”. La lectura de las presentes y nuevas generaciones, de lo que sucede en este país, tendríamos que escudriñarla…Quizás piensen, que estamos sobreviviendo, en la Cueva de Ali Babá y que es más fructífero robar (parece que cuanto más mejor) que trabajar, o callar y asumir frente a reivindicar y dignificar nuestra existencia. Pensémoslo.

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