La Consejería de Turismo ansía que Andalucía reciba en 2016 unos 30 millones de visitantes. En este ambicioso objetivo han colaborado en estas fiestas de Semana Santa el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el ex tesorero del PP y ex senador Luis Bárcenas. Ambos han elegido nuestra tierra para descansar en tan señaladas fechas. El primero ha buscado nuevamente con su familia la paradisiaca soledad del Parque Nacional de Doñana –sólo habría abandonado el Palacio de las Marismillas para comer con Javier Arenas en la Venta el Cortijo de Algodonales (Cádiz)-. El segundo no tuvo reparos en dejarse ver por el chiringuito El Tabla de Punta Umbría, localidad donde al menos permaneció dos días. Ambos le han hecho un ‘gran’ favor a la Junta de Andalucía no sólo por engrosar personalmente la estadística de turistas, sino por la proyección mediática de nuestras excelencias turísticas a la que han contribuido gracias al eco que en las televisiones, radios, prensa e internet han tenido sus respectivas visitas. Pocas campañas de publicidad de Turismo Andaluz tendrán tanto éxito como la curiosidad que habrá despertado en miles de foráneos los platos de carne y de pescado que atrajeron a tan ilustres visitantes a estos dos conocidos restaurantes de la Sierra de Cádiz y el litoral onubense.
No sabemos, sin embargo, si tan afamadas estancias favorecerán a la nueva imagen que el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, quiere proyectar de lucha sin ambages contra la corrupción. Hace 72 horas, en línea con el mensaje de los nuevos vicesecretarios del PP nacional, Moreno sostuvo que la corrupción ha “triturado” a su partido, por lo que habría que actuar de manera “más rápida, ágil y contundente” y ser “muy exigentes” a la hora de escoger a las personas “que representan” a las siglas populares”. “Cualquier mácula que tenga un posible candidato debe hacer que lo apartemos para evitar problemas de futuro”, dijo Moreno en declaraciones Europa Press. La presencia a pocos kilómetros de distancia de Rajoy (“Luis, sé fuerte” en un sms a Bárcenas) y del principal imputado en los casos Gurtel y Bárcenas (‘Luis el Cabrón’ –como lo citó en la contabilidad opaca Francisco Correa-) han resucitado los fantasmas del pasado y le han hecho un flaco favor a Moreno, hastiado –como ha demostrado en reiteradas ocasiones- del daño que la corrupción ha hecho a su formación.
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