El parlamentario de UPyD en Euskadi, Gorka Maneiro, está convencido de que hay votantes de Ciudadanos "arrepentidos" de haber dado su voto al partido de Albert Rivera, y advierte de que su partido no va a "desviarse" de lo que son, ni a transformarse "en una cosa que pudiera ser más cómoda para el PP o el PSOE".
En una entrevista concedida al diario 'Deia', recogida por Europa Press, Maneiro asegura respetar el voto del ciudadano y considera que "hay campo de juego suficiente como para que UPyD se presente en solitario y haga esa labor de Pepito Grillo de cosas que nadie se atreve a decir y de enfrentarse a los poderosos de este país".
"No vamos a desviarnos de lo que somos ni a transformarnos en una cosa que pudiera ser más cómoda para el PP o para el PSOE. Y aunque lógicamente estamos dispuestos a consensuar con cualquier partido democrático, creemos que hay gente a la que no le ha gustado la política de pactos que ha llevado Ciudadanos una vez abiertas las urnas", afirma.
Maneiro asegura que en UPyD habrían sido "más contundentes y exigentes, más radicales en cuanto a ir a la raíz de los problemas". En ese sentido, indica que "es evidente que ni la continuidad del PP en la Comunidad de Madrid, con Cifuentes, ni sostener al PSOE de Susana Díaz en Andalucía, contribuyen a la regeneración democrática, y esos dos partidos saben bien que UPyD es flexible en lo accesorio pero riguroso en todo lo demás".
Para Maneiro, queda "claro" que Ciudadanos y UpyD son "diferentes", porque UPyD es "un partido de principios, que no los cambia en función de la situación, y exigente, que quiere cambios y que se enfrenta a las viejas fuerzas", mientras que Ciudadanos "lo que quería es formar parte del paisaje político sin buscar cambios profundos".
CONFIANZA
Maneiro reconoce que, "por unas cosas u otras, por los problemas internos, la gente nos ha retirado la confianza", pero tiene "la esperanza de que, después del congreso extraordinario, podamos fortalecer el proyecto y volver a ilusionar al ciudadano".
Tras asegurar que "nunca" ha visto a Rosa Díez "ejercer de manera personalista", sino que "siempre hemos tenido un buen equipo y distintos cargos públicos que han hecho un buen trabajo", señala que, en todo caso, "a partir del 11 de julio habrá una nueva dirección que tratará de impulsar todos los cambios internos necesarios para que UPyD pueda resurgir con fuerza" y considera que "la experiencia que atesoramos nos ayudará".
Según destaca UPyD es ya una formación "muy conocida, y que no ha fallado en lo referente a qué puede ofrecer". "Podemos volver a ganar la confianza de quienes en su día nos votaron y estarían dispuestos a volver a hacerlo. Insisto, nuestro proyecto es indispensable, y si aparcamos los asuntos internos y nos concentramos en lo externo, poniendo toda la carne en el asador, hay margen suficiente de tiempo como para remontar", subraya.
Por otro lado, señala que, a lo largo de su "corta historia" han demostrado que "siendo muy pocos representantes en las instituciones", han podido "condicionar políticas" con su labor de control al Gobierno. En ese sentido, avanza que su objetivo en las elecciones generales es "tener esa presencia, y si es posible incrementarla, mejor".
ADELANTO ELECTORAL
Por otro lado, no prevé un adelanto electoral a septiembre y considera que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy "pretenderá sacar provecho de los Presupuestos vendiendo una bajada de impuestos, entre otras cosas". "Nos iremos a finales de noviembre. Por eso la batalla no ha hecho más que empezar, queda mucho por hacer y en España pueden pasar muchas cosas en los próximos meses", añade.
Preguntado si cree que en las elecciones generales cambiará mucho el sentido del voto respecto a mayo, afirma que "es impredecible". "El voto está muy volátil y la gente está comprobando cómo se comporta ahora cada uno. Nuestro mensaje, fresco y abierto, recuperaría mucho voto perdido", asegura.
EUSKADI
En cuanto a las elecciones municipales y forales del pasado 24 de mayo en Euskadi, Maneiro reconoce que UPyD sufrió "un importante varapalo, porque nos pilló en un momento complicado y, lógicamente, la gente no iba a dar su apoyo a un partido que se estaba peleando en los medios de comunicación".
Sobre el acuerdo institucional entre PNV y PSE, subraya que, "en Euskadi, nos conocemos todos y sabemos lo que pretende cada uno". "En campaña ya dije que tenían un acuerdo para repartírselo todo, y han aparcado sus diferencias para que no cambien demasiadas cosas", añade.
En ese sentido, afirmar que el PNV "gana en tranquilidad" y el PSE-EE "recupera la presencia institucional que no le dieron las urnas". "Aquí ya sabemos cómo actúa cada cual", reitera, para asegurar que "hace tiempo que el PSE dejó de ser un partido progresista y que no propone cambios de fondo".
En su opinión, los socialistas tratan ahora de "no perder el poco poder que tiene, más allá de algún guiño, para que sus intereses partidistas no se vean más perjudicados". "Se ha visto con el asunto del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas y José Luis Bilbao", remarca.
Por otro lado, Maneiro ve al PNV, en el último año de legislatura, "jugando a dos bandas" en asuntos como el nuevo estatus político, "con sus dos almas, autonomista por allí e independentista por allá".
"No creo que a un año de elecciones se eche al monte. Ha sido su postura histórica para poder gobernar, y ahora concentra casi todo el poder", concluye.
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