Francisco J. Cárdenas Barea, 'Chico'. Natural de El Puerto de Santa María, de 24 años de edad. Es Técnico Superior en Actividades Físicas Deportivas, y actualmente es estudiante de Magisterio de Educación Física en la Universidad de Cádiz.
Formó parte de la última plantilla del Racing Club Portuense, es un honor como porteño, ¿verdad?
-Si, fue todo un honor el estar ahí en su última etapa, en la cual se fijaron las bases para el nuevo club. Ese año se formó una gran plantilla tanto de jugadores como de colaboradores. Ahora se embarca en un nuevo proyecto con el Recreativo, ¿ilusionante?
-Sí que lo es, gracias al esfuerzo y al interés de muchas personas para que el conjunto de El Puerto vuelva a tener un nombre en Andalucía. Ahora mismo vamos líderes en la Segunda Andaluza, es algo que no pensábamos, aunque hay que ser cautos y seguir jugando partido a partido como hemos hecho hasta ahora, con mucha humildad, sacrificio y sobre todo constancia. Hay un refrán que dice: “no es difícil llegar al primer puesto, sino mantenerse ahí arriba”.
Ha participado en el estreno del Complejo Deportivo Marcos Monge. ¿Qué sensaciones experimentó? ¿Qué significa para el club, en particular, y para el fútbol en general?
-Fue un verdadero placer ver como este proyecto se va haciendo realidad. El equipo de la ciudad está realizando un gran esfuerzo para que pronto tenga “su casa”, sus propias instalaciones y no ser “huérfanos”.
¿Cuál es su referente bajo el marco?
-Desde pequeño siempre me fijé en Iker Casillas, aunque no podría quedarme con un solo referente. También me gustan mucho Víctor Valdés, Andrés Palop y Cañizares.
¿Con qué se queda tras su etapa en la cantera del Cádiz CF?
-Siempre recordaré el año que jugué en el Balón de Cádiz de Pepe Bermúdez, fuimos una piña y jugamos realmente bien. Tengo un aprecio enorme a Miguel Ángel Bazán, tanto dentro como fuera del fútbol.
Coincidió en el Racing con Carlos Matallanas que ahora sufre ELA, ¿Cómo se quedó tras conocer la historia?
-Sí que coincidí con “El Grande Mata” que es como yo le llamo. Es un privilegio haber coincidido con él, pocas personas dentro del juego, tienen un corazón tan grande. Cuando me enteré de la noticia fue un día muy triste, ya que lo considero un gran amigo dentro del fútbol.
Siempre nos contaba sus batallitas en el terreno de juego y los más jóvenes de la plantilla escuchábamos atónitos sus peripecias.
Me sorprendió su gran entereza y fortaleza humana para afrontar las cosas que nos pone la vida por delante.
El mejor mensaje que le puedo enviar es que siga siendo el mismo y nunca abandone sus ideales. Estoy seguro de que ganará el partido más importante de su vida y que nosotros, “su afición” estaremos siempre para apoyarlo.
Defínase como cancerbero.
-Es complicado, no me gusta definirme a mí mismo, me gustan que me definan por mi actitud en el campo. Si tuviera que definir dos características mías serían: trabajo y más trabajo.
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