Izquierda Unida preguntará al Gobierno andaluz y al Gobierno central por la opinión que le merece los cambios anunciados en el proyecto de dragado del río Guadalquivir para posibilitar la entrada de buques de mayor calado en el puerto de Sevilla. El parlamentario andaluz de IU por Cádiz, Ignacio García, ha registrado una iniciativa dirigida a la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano, qué opinión le merecen los cambios introducidos en el proyecto de dragado del Guadalquivir por parte de la Autoridad Portuaria de Sevilla consistentes en rebajar la profundidad del dragado del río de los dos metros iniciales a 0,85 y en qué punto se encuentra la tramitación de dicho proyecto. En similares términos se dirigirá el grupo parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
El parlamentario de Izquierda Unida califica de “insensatez” y “una trampa” la “nueva versión” versión del proyecto de dragado del Guadalquivir al entender que puede tratarse de “un artilugio para hacer en dos fases el proyecto inicial”. A juicio de García, “con ambas profundidades, los efectos sobre el río son impredecibles pero potencialmente peligrosos, sobre todo en materia de erosión, que afectaría a Doñana y sobre la salinidad y turbidez que podrían ocasionar graves perjuicios al estudio en su conjunto y especialmente a actividades concretas como la pesca y la agricultura”.
El diputado andaluz considera que “no puede justificarse una aberración como ésta por el mero hecho de gastar a lo loco los 33 millones de euros procedentes de fondos europeos y porque alguien, en su momento, vinculase estos fondos a un proyecto insensato sin haber valorado sus consecuencias”. El responsable de IU entiende que sería necesario estudiar la posibilidad de dedicar esos fondos a otras inversiones “más productivas y ecológicamente sostenibles, aunque sea en otros puertos” y añade que el ente Puertos del Estado, encargado de tramitar estas ayudas, “debería interesarse más por el interés de todos los puertos y no empecinarse en la promoción de un puerto y de una Zona Franca como la de Sevilla, prescindiendo del interés general”.
García afirma que el puerto de Sevilla tiene “unas limitaciones impuestas por su condición inmutable de puerto fluvial y las alteraciones de la naturaleza que se pretenden con el dragado para potenciar el puerto sevillano pueden tener unos efectos devastadores sobre el río y nuestro patrimonio ambiental”. Por otro lado, el parlamentario lamenta que este “empecinamiento” en invertir en el desarrollo del puerto de Sevilla con modificaciones en la naturaleza “contrasta con el escaso esfuerzo inversor del Gobierno en puertos naturales y de gran potencial como el de Algeciras, al que se le niega incluso unas conexiones ferroviarias acordes al siglo XXI o el de Cádiz”.
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