El alcalde de San Fernando y presidente de la Diputación de Cádiz, José Loaiza, ha anunciado un programa de recuperación del ecosistema de salinas del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, un proyecto que pretende reconvertir tantos millones de metros cuadrados que van perdiendo por año que pasa la categoría de ecosistema y de salina, convirtiéndose en todo lo que el desuso es capaz de hacer con los bienes más preciados.
No es la primera vez que sale a la luz una noticia de este tipo, que se da a conocer un proyecto en ciernes o en el que se lleva tiempo trabajando e incluso se está a la espera de otros proyectos ya anunciados que iban a ver la luz hace muchos meses y que se siguen esperando para rentabilizar el Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
Y no se trata sólo de los proyectos históricos que se han publicitado en determinadas fechas, que además se han repetido en determinadas fechas y que se han olvidado después de determinadas fechas. Se trata de proyectos a la espera en la que la iniciativa privada tomaba las riendas bajo la atenta mirada de las administraciones, no para ponerles palos en las ruedas sino para empujar en la misma dirección. O sea, proyectos de los que gustan al Partido Popular, de emprendedores, de los que los empresarios asumen los riesgos y los políticos se cuelgan las medallas, aunque eso no sólo le gusta a los populares.
No se sabe si dos millones de euros van a ser suficientes para tantos proyectos como se han anunciado salvo que ese dinero sirva para poner la proa a algo tangible con lo que conseguir otras ayudas, que es una de las cosas que se pretende incluyendo en la iniciativa hasta el Plan de Empleo Joven. Pero lo que sí es cierto es que hay cosas que si no se consiguen -o al menos se ponen en marcha- en determinadas fechas hay que esperar a que llegen otras determinadas fechas para volver a intentarlo.
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