Nada es más característico de esta Andalucía múltiple, plural y diversa que su gastronomía, y en verano aún más. Se come bien en Andalucía, especialmente porque los aromas, sabores y colores que impregnan la cultura gastronómica andaluza están íntimamente ligados a su historia. No hay más que recordar que ya los romanos se surtían en esta tierra de aceites y de vinos, aunque ha sido Al-Andalus y la cultura andalusí la que verdaderamente conformó una gastronomía reconocida en todo el mundo, una alimentación -la mediterránea- basada en los productos básicos de la tierra: hortalizas, frutas, carnes, pescados, aceites, vinos..., materias primas que en cada rincón de Andalucía se degustan de forma diferente, porque cada pueblo, cada comarca, tiene su plato típico, su forma de prepararlo y, además, su forma de comerlo. Y si hay festividades o celebraciones de por medio, mejor.
El truco de esta aceptación es bien sencillo: productos de calidad y, sobre todo, del momento. De hecho, el plato más universal por su valor alimenticio y su fácil preparación es el gazpacho, sopa fría a base de tomate, pepino, pimiento, ajo, aceite y vinagre, aunque existen otras muchas variaciones, como son el salmorejo, la porra y el ajoblanco. Todas ellas deleitarán el paladar más exigente. Y es el producto estrella del verano, por su frescor y por su gran calidad alimenticia. Pero hay muchos más.
La importancia de la gastronomía como segmento turístico no ha pasado desapercibida al sector empresarial, que ofrece multitud de propuestas para disfrutar de uno de los placeres más exquisitos, de gourmets, que pueden en contrar en Andalucía. Por eso les ofrecemos una pequeña guía, un pequeño ejemplo, de algunos de los eventos o propuestas que puede encontrar en la región centradas en la gastronomía, una fórmula de hacer turismo de lo más apetecible.
Algunas propuestas
La primera de ella nos lleva a la provincia de Málaga, al Complejo Turístico Rural La Garganta en El Chorro (Álora), a 50 kilómetros de la capital de la Costa del Sol, y su protagonista es el tomate, uno de los productos de temporada que más se usa en nuestra gastronomía. Así, sobre la base de este ingrediente, el complejo ofrece la posibilidad de disfrutar de un fin de semana tomatero que incluye alojamiento, cenas tomateras y, por supuesto, poder realizar una recolecta. Además, tienen menús realizados sobre la base de este ingrediente e incluso ofrecen la posibilidad de conocer todos los detalles de este cultivo en unas jornadas específicas.
Otra base de la gastronomía andaluza son sus vinos y también existen ofertas de turismo gastronómico muy interesantes para conocer un elemento clave, no sólo en la mesa, sino en la historia de Andalucía. Así, por ejemplo, la Bodega Sedella, en Málaga, ofrece la experiencia única de disfrutar de una comida o cena en sus instalaciones, junto con una visita guiada personalizada y exclusiva por el viñedo y bodega, desde donde disfrutar del paisaje de La Axarquía, acompañada de una cata de vinos.
Pero los caldos andaluces dan para más. Navegar en un velero en el atardecer mientras se degustan buenos vinos es una experiencia para los que saben apreciar lo que les ofrece la vida. La posibilidad la ofrece la empresa Latitud 36 en todos los puertos y marinas de la Costa del Sol e incluye no sólo aprender la historia, elaboración y particularidades de una selección de vinos elegida cuidadosamente para estar en sintonía con la caída de la tarde a bordo de un velero, también pueden solicitarse maridajes especiales e incluso organizar cenas a bordo.
Y hay ofertas específicas que engloban toda nuestra gastronomía. Paladares de Andalucía es una propuesta sensorial extraordinaria, inspirada en la historia de Andalucía, que ofrece El Henchicero en Antequera. Acompañada de una exquisita gastronomía, podrá realizar un viaje en el tiempo que permitirá, a través de la imaginación, y gracias a la estimulación sensorial, vivir una experiencia inolvidable que quedará grabada para siempre en la memoria del visitante.
Flamenco y para niños
Pero como el comer va con el vivir y el disfrutar, las propuestas dan un paso más y entre ellas destacamos la de Bodegas Mezquita, en Córdoba, que une flamenco y gastronomía. Bajo el título ¿Saborear al flamenco?, ofrece un espectáculo interactivo, en el que aprender los palos flamencos, palmear o incluso la posibilidad de bailar, mientras se saborean los mejores platos.
Y sin olvidar a la familia, Mijas ofrece varias posibilidades que unen ocio, turismo y, por supuesto, gastronomía. Así, existen talleres específicos para los más pequeños, “Cocina con niños”, con el objetivo de concienciar a los más pequeños de la importancia de la alimentación sana y saludable mediante recetas divertidas para que aprendan a elaborar.
Pero también hay ofertas para los más atrevidos. En Mijas ofrecen asimismo seminarios para aficionados dirigidos a personas que deseen mejorar sus conocimientos gastronómicos de manera práctica y divertida, en un ambiente distendido. Pasta fresca, sushi, postres de alta cocina, arroces, pan artesano...
La cocina de vanguardia frente a la tradición
La variedad de productos frescos que componen la rica gastronomía andaluza ha dado pie a conformar una auténtica oferta de cocina de vanguardia que, en la gran mayoría de los casos, se basa en recetas tradicionales pero muy innovadoras, donde la investigación de nuevos sabores, texturas y presentaciones hace las delicias del buen paladar.
La cocina innovadora, de autor o de vanguardia, convive en Andalucía con la rica tradición culinaria que puede disfrutarse a lo largo y ancho de toda la región, muy adaptada a las temperaturas de esta época veraniega.
Así, al clásico gazpacho con todas sus variantes a cual más sabroso (salmorejo, ajoblanco, porra antequerana...), se le unen un sinfín de recetas que están basadas en su gran mayoría en las hortalizas y verduras de temporada, muchas de ellas mezcladas con otros alimentos, propios del lugar y de la estación.
El calor invita a tomar un aliño refrescante para abrir boca: papas aliñás, pipirrana, salpicón de marisco, aliño de chocos o de huevas, pimientos asados con melva... son algunos de los más típicos y sabrosos entrantes que no pueden faltar en su mesa en esta época veraniega. Y en cada bar, cada restaurante, cada chiringuito, tendrá su propio sabor.
El mundo del mar es el otro gran protagonista de la cocina andaluza en verano: los pescados frescos abundan a lo largo de todo el litoral y en cualquier rincón puede pedir un variado de pescaíto frito, aunque también las variedades a la sal o a la plancha son básicos en el recetario.
No podemos olvidar, porque es imposible, el mundo del atún y sus mil y una formas de prepararlos, especialmente en las costas gaditanas. Claro que unas tortillitas de camarones también serían una buena recomendación para que las disfrutara. O unos espetos malagueños, a pie de chiringuito.
Y qué decir de los mariscos o los bivalvos: coquinas, almejas, concha fina... compiten con las quisquillas, las bocas y los langostinos. Déjese llevar por el lugar en el que se encuentre y pida la especialidad de la casa; probará los mejores sabores del mar andaluz.
No sólo hay mar. Si ha elegido un destino de sierra, no se contenga y elija cualquier producto del cerdo ibérico. El recetario andaluz los acompaña con aliños y gazpachos para complementarlos.
Y acompáñelos con vinos blancos, afrutados e incluso tintos. Déjese aconsejar.
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