Se exprese como se exprese es un dato al que hay que poner atención y al que hay que dar soluciones. Nos referimos a las conclusiones extraídas del diagnóstico de la situación real de la provincia derivada de la crisis realizado por los trabajadores del área de Bienestar Social de la Diputación de Huelva que señala que una cuarta parte de la población, o un 25 por ciento si se prefiere, se encuentra en situación de penuria y de exclusión social. En números, unas 35.300 familias constituyen esa nueva realidad social de la provincia que apunta al aumento de la exclusión y de la pobreza. Dentro además del estudio, hay otro dato más preocupante si cabe, que es el que señala que hasta 3.600 menores están inmersos en esa penosa situación. Esto indica que hacen falta soluciones inmediatas, tanto de asistencia, para aliviar la problemática de manera urgente, pero también, de apoyo, de incentivo, que atajen las causas que han provocado estos efectos. El dato se suma al conocido hoy que indica que a nivel nacional, la pobreza, desde que empezó la crisis, ha crecido un ocho por ciento entre la población. Son cifras que, sin duda, resultan terribles, porque detrás de ellas, como decimos siempre y hay que incidir una vez más, hay personas, hay familias, está el capital humano de un país que se viene abajo mientras sus dirigentes siguen empeñados en unas políticas que se han demostrado tras casi dos años de aplicación absolutamente ineficaces y lamentables.
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