El Papa ha dimitido. Dice que no puede con su cuerpo y que ya no está para mucho trote. A este manicomio han llegado muchas cartas de gente desesperada y suplicante pidiendo un favor que se sale de lo normal. Ya se sabe que solamente una periodista, de todas las personas que estaban escuchando al Papa en ese momento, se enteró de la película, porque sabía latín. Los demás no se enteraron de la misa la mitad y nunca mejor dicho. Incluso los curas, obispos y cardenales que estaban en el sitio y que deberían saber latín (lengua oficial del Vaticano) pusieron cara de póker, como si la cosa no fuera con ellos.
La gente en la calle quiere saber qué dijo el Papa, pero en latín, cuando renunció al Pontificado, y recurren a nosotros para que resolvamos la papeleta. No sé por qué nos preguntan a los locos estas cosas, pero es señal inequívoca de que no las tienen todas consigo y todavía tienen más fe en nuestra locura que en la supuesta sabiduría de los cuerdos. Se palpa una inquietud impresionante por conocer el texto original latino en el que fueron pronunciadas las palabras del Papa despidiéndose. El personal no coge el sueño, no come, no vive, no descansa hasta tener el texto latino en sus manos.
Yo no acabo de comprender a qué se debe tanto interés y la verdad es que me parece increíble la afición que le está entrando a la parroquia por una lengua que dicen que está muerta, pero que todavía levanta una expectación inusitada para los tiempos que corren. Como aquí tenemos tiempo para todo, tranquilos, hermanos, que ahí os pongo el texto original y sacio vuestros deseos de cultura, pero después no quejarse si no entendéis ni papa (otra vez nunca mejor dicho). El que quiera que lo traduzca y desde luego aquí estamos nosotros para echarle un cable al que no sepa o al que se sienta duro de mollera.
"Fratres carissimi: Non solum propter tres canonizationes ad hoc Consistorium vos convocavi, sed etiam ut vobis decisionem magni momenti pro Ecclesiae vitae communicem. Conscientia mea iterum atque iterum coram Deo explorata ad cognitionem certam perveni vires meas ingravescente aetate non iam aptas esse ad munus Petrinum aeque administrandum. Bene conscius sum hoc munus secundum suam essentiam spiritualem non solum agendo et loquendo exsequi debere, sed non minus patiendo et orando. Attamen in mundo nostri temporis rapidis mutationibus subiecto et quaestionibus magni ponderis pro vita fidei perturbato ad navem Sancti Petri gubernandam et ad annuntiandum Evangelium etiam vigor quidam corporis et animae necessarius est, qui ultimis mensibus in me modo tali minuitur, ut incapacitatem meam ad ministerium mihi commissum bene administrandum agnoscere debeam. Quapropter bene conscius ponderis huius actus plena libertate declaro me ministerio Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri, mihi per manus Cardinalium die 19 aprilis MMV commissum renuntiare ita ut a die 28 februarii MMXIII, hora 20, sedes Romae, sedes Sancti Petri vacet et Conclave ad eligendum novum Summum Pontificem ab his quibus competit convocandum esse. Fratres carissimi: ex toto corde gratias ago vobis pro omni amore et labore, quo mecum pondus ministerii mei portastis et veniam peto pro omnibus defectibus meis. Nunc autem Sanctam Dei Ecclesiam curae Summi eius Pastoris, Domini nostri Iesu Christi confidimus sanctamque eius Matrem Mariam imploramus, ut patribus Cardinalibus in eligendo novo Summo Pontifice materna sua bonitate assistat. Quod ad me attinet etiam in futuro vita orationi dedicata Sanctae Ecclesiae Dei toto ex corde servire velim. Ex Aedibus Vaticanis, die 10 mensis februarii MMXIII. Benedictus PP XVI..."
Que traducido resulta: Ahí os quedáis, que yo me voy. Ya sé que puede ser duro de traducir, pero es lo que hay. Hacía más de 700 años que no renunciaba un Papa. A ver si cunde el ejemplo en la órbita política y no tenemos que esperar otros 700 años para ver algo parecido.
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