Andalucía

Xtrice: Pistas de hielo sintéticas, ecológicas y a medida

Su secreto está en la fórmula, en como sus pistas de hielo sintéticas tienen el 50% de más calidad que las de sus competidores, pero también en su carácter ecológico: no hay que consumir energía para mantenerla y, además, son desmontables y a medida

  • La pista de patinaje de Mongolia, uno de los remotos lugares a donde ha llegado Xtraice. -
Imagínese que usted es un empresario del sector del chocolate y quiere ofrece algo más en sus instalaciones. Los dulces van muy unidos a los niños y éstos al juego. La solución: una pista de patinaje en una taza de chocolate. ¿Cómo se hace eso? Con hielo ecológico o sintético de tal calidad que es como el natural, pero que no lleva aparejado ningún coste energético de mantenimiento y, además, desmontable. Y la única empresa que lo fabrica, patente incluida, es andaluza, se llama Xtraice y encabeza el ránking mundial en hielo sintético, incluso es la suministradora oficial de la NHL, la liga de hockey norteamericana, los reyes de la pista.

La historia de Xtraice comienza hace siete años cuando uno de sus socios impulsores y actual presidente, Francisco Ortiz, decide dejar la empresa más importante del sector de hielo sintético del mundo -canadiense, para más señas- por una “experiencia no positiva”, dice, para explicar después que sus ideas para mejorar el producto no eran bien recibidas por la dirección de la compañía. “¿Cómo va a venir uno de Sevilla a decirnos como mejorar en lo que llevamos 20 años siendo líderes”, ilustra muy gráficamente. Pero el nicho de negocio estaba ahí, había muchas posibilidades de innovar el producto y Ortiz lo sabía.

Ortiz procede del mundo de la energía nuclear, donde el conocimiento de los materiales es tan importante que en ocasiones desarrollan técnicas que aún no están aplicadas a la vida común. Tenía claro dónde se podía innovar y dónde localizar el equipo para desarrollar sus nuevos productos. Así que, junto a otros cuatro socios -de los que ahora sólo le acompañan dos, Toni Vera y Álvaro Falcón- montaron Xtraice, con 60.000 euros de capital inicial y con clara vocación nacional. En principio, porque al poco tiempo se dieron cuenta de que la cultura del hielo aquí en España era “nula”, de modo que tuvieron que salir al exterior y con tal éxito que el 90% de su facturación es externa y alcanzará el 95% en este año. De hecho, fue en una feria en Alemania donde se dieron cuenta, tras 600 contactos, que había que salir al exterior, un camino en el que Extenda, reconoce, les ha ayudado muchísimo. Ahora, son un ejemplo de internacionalización que ha sido reconocido por el Condado de Miami, que les ha entregado las Llaves del Condado por su iniciativa exportadora.

Pero para hablar de Xtraice hay que hablar del negocio del hielo. Está el natural, el que se produce con la congelación del agua; está el artificial, que son los cubitos de hielo; y el sintético, realizado a partir del plástico. Y aquí es dónde estaba el nicho de negocio. Puestos a trabajar, desarrollaron y patentaron el primer producto sintético que mejoraba en un 50% las pistas de hielo de la competencia y ya van por la quinta generación de este producto.

“Gastamos mucho en innovación”, una buena parte de sus 2,5 millones de euros de facturación lo dedican a investigación, porque aunque “empezamos de pobre y contando las pesetas” ahora son unas de las doce empresas que fabrican pistas de hielo sintéticas en el mundo, de la mejor calidad y con numerosos reconocimientos a nivel mundial, con 170 pistas instaladas en 37 países, desde Mongolia, hasta Argelia, de Japón hasta Brasil o Colombia, aunque su fuerte está en Estados Unidos y Canadá.

La calidad de sus pistas lo demuestra que Walt Disney las tenga en sus parques de atracciones, que equipos de hockey de la liga norteamericana NHL como el Florida Parthers las usen para sus entrenamientos o que reconocidos deportistas como la patinadora Surya Bonaly entrene en ellas y hasta enseñe la pista que tiene en su casa para demostrar que vale y que no todo lo que es de plástico es malo.

Sintético pero muy ecológico

Pero el sintético de Xtraice va siempre unido a lo ecológico. Francisco Ortiz lo cuenta muy gráficamente: mantener una pista de hielo natural 24 horas al día consume la misma energía que cada metro y medio de una vivienda y si “tienes 600 metros cuadrados, es el consumo de 400 viviendas y en un día”. “Eso es un delito ecológico”, recalca el presidente de Xtraice, “prefiero que me pongan un tiovivo a una pista”, cuando por la misma calidad puedes tener una que no va a consumir nada de energía, es desmontable y te puede servir para la Navidad siguiente, explica utilizando ejemplos de algunos ayuntamientos que siguen optando por ese gasto en lugar de por su hielo ecológico.

Una pista ecológica de Xtraice, con patines, vallas, estanterías, afiladores... cuesta 66.000 euros, pero una igual pero de hielo convencional cuesta alquilarla 30.000 euros al mes, más la energía y se derrite. “La nuestra la desmontas y la tienes para el año que viene o para la feria, la Navidad... En un año recuperas la inversión”, apunta Ortiz, lamentando la poca conciencia que se tiene del gasto energético que supone mantener una pista de estas características.

Además, el producto es versátil y según el gusto del consumidor: una pista redonda en Mongolia (¿en Mongolia? Pues sí, ¿conocen alguna empresa que exporte hasta esos confines del mundo?); una pista de color de chocolate en una taza para una empresa chocolatera de Brasil; otra para patinar en Disneyworld París (que sustituye a otra de hielo y están encantadísimos); alternar los torneos de tenis en Suiza con el patinaje; o, si eres patinador profesional, montar tu propia pista en casa.

Lo único que hay que hacer esa llamar y probar el producto. En Sevilla tienen una de prueba pero si no, allá que cogen el avión para convencer al cliente. Y tanto, que hay ocasiones en las que uno está en Mongolia, otro en China, otro en Japón y otro en Estados Unidos. “Nos movemos más que el baúl de la Piquer”, relata el presidente de Xtraice, una empresa que tiene que ir a fabricar su plástico especial fuera porque en España no hay tecnología para recibir su fórmula secreta: ellos mandan su fórmula para cada proyecto y después realizan el montaje.

Su objetivo es seguir perfeccionando el producto, tienen numerosos reconocimientos por su calidad (especialmente en Norteamérica, donde hay 7.000 pistas de hielo frente a las 600 de toda Europa) y por su carácter ecológico, por lo que seguirán su camino de internacionalización. Aunque miran de reojo el mercado interior: “no terminamos de implantarnos”, dice Francisco Ortiz, que lamenta que metan en el mismo saco todas las pistas de plástico. “Las nuestras no son malas, el que quiera que venga a la pista de Sevilla para comprobarlo”, nos reta. Aunque tienen varias instaladas en toda España (también en Sierra Nevada) ahora están montando una en la Caja Mágica de Madrid... A ver si con lo que suena les ayuda a hacer patria, que parece que es lo único que les falta.

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