La Gatera

El románico español

A los ojos de esta pobre editora, tan acostumbrados a nuestro mudéjar, nuestro gótico, y sobre todo a nuestro tan omnipresente barroco, cuando se le muestra...

Publicado: 22/10/2020 ·
11:48
· Actualizado: 22/10/2020 · 11:48
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  • José María Sadia. -
Autor

Rosa G. Perea

Rosa G. Perea es escritora. Es cofundadora del Club de Lectura del Ateneo de Sevilla y editora en Almuzara

La Gatera

Como escritora, editora y colaboradora en medios de comunicación, Rosa G. Perea habla de todo, predominando la cultura

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A los ojos de esta pobre editora, tan acostumbrados a nuestro mudéjar, nuestro gótico, y sobre todo a nuestro tan omnipresente barroco, cuando se le muestra en todo su esplendor la magia del románico resulta un placer envidiable. Por eso me ha gustado tanto el último libro de José María Sadia: El románico español.


A mediados del siglo XIX los últimos historiadores románticos y los primeros investigadores modernos iniciaron una fascinante cruzada: descubrir al mundo los tesoros medievales que aún permanecían ocultos en la España más recóndita. Pequeñas ermitas, iglesias enclavadas en la montaña o monasterios situados en paraísos naturales despertaban ante la sociedad de la época, bajo una novedosa denominación que comenzaba a popularizarse en toda Europa: arte románico.


Provistos de un arma, la fotografía, con un poder desconocido hasta la fecha, fueron rescatadas del olvido y la ignorancia algunas de las obras maestras del primer arte internacional: las iglesias del Valle de Bohí, el monasterio de San Juan de la Peña, la ermita de San Baudelio, la minúscula catedral de Roda de Isábena… Pero al mismo tiempo que «resucitaban» monumentos de Cataluña, Aragón o la actual Castilla y León, se avivaba a principios del siglo XX el hambre y la codicia de anticuarios y marchantes de todo el continente, atraídos por la mágica seducción de aquellas instantáneas.


Algunas pinturas fueron arrancadas, cortadas en pedazos y repartidas por diferentes museos de Europa y Estados Unidos. Incluso monasterios completos fueron desmontados, piedra a piedra, y enviados surcando en barcos las aguas del océano Atlántico para hallar una nueva vida en Nueva York, Miami o San Francisco. La desatada «fiebre americana» por el arte español acababa decorando mansiones de acaudalados magnates o llenando los pasillos de algunos de los museos más importantes del mundo.


El autor ha seguido las «huellas» de todas estas maravillas románicas desde aquel lejano siglo XIX hasta nuestros días para componer un atractivo relato que combina sorprendentes historias humanas, el análisis de los mayores expertos en la Edad Media y una pasión innata por descubrir el verdadero significado del arte románico.

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