Un concepto diferente de música, entendido en su más amplia acepción de raza y multiculturalidad, se adueñó en la noche de ayer de la plaza de la Merced a través de una nueva edición del Festival Mestizo.
Y lo hizo ante un concurrido auditorio que, a lo largo de toda la noche, se congregó para disfrutar de una iniciativa que promueve desde hace seis años la Asociación Cultural ‘La Curvita’ y que desde 2014 recala en esta céntrica plaza.
Con la caída de la noche y con rigurosa puntualidad, el Festival Mestizo regalaba a los asistentes sus primeros acordes de la mano del grupo Patax quien trajo hasta Rota colores y sabores peculiares con sus personales revisiones de los principales éxitos de Michael Jackson. Así, Patax mezcló Jazz, Flamenco y Afrobeat versionando poderosos temas del Rey del Pop.
Posteriormente, los madrileños Raza Guaya regresaban un año más al Mestizo para adueñarse de un escenario que ya les es más que familiar. El grupo volvió a denunciar injusticias sociales fusionadas con esencias de dub, rock, jazz, afrobeat y psicodelia.
El toque más irreverente y descarado de la noche corrió a cargo de El Bastón de la Vieja gracias a su estilo único basado en el ska pero con toques de rock andaluz, cumbia, tango, reggae y algo de electrónica. Este grupo sevillano puso el broche final a una edición del Festival Mestizo que, una vez concluida esta actuación en la plaza de la Merced, contó con un peculiar “after mestizo” con DJ DIVINO FINO en el Meteoro Club, donde los visitantes pudieron disfrutar de uno de los DJ´s más reconocidos en el panorama nacional.
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