El Gobierno de China insistió hoy en que nunca aceptará la mediación de terceras partes en sus conflictos por las islas del Mar de China Meridional, un día después de que el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya fallara a favor de Filipinas y se considerara competente para juzgar el caso.
"No participaremos, y nunca aceptaremos el arbitraje entre Filipinas y China", comentó al respecto el viceministro de Asuntos Exteriores chino Liu Zhenmin, después de que esa corte considerara que tiene jurisdicción en el conflicto, como le había solicitado Manila.
Liu añadió que "es inevitable que China y Filipinas como vecinas tengan disputas", pero recordó que desde la firma de la declaración de conducta de 2010 entre Pekín y diez países del sureste asiático la negociación bilateral es la única vía aceptada por el régimen comunista.
"A la vista de ello, que Filipinas haya solicitado arbitraje unilateralmente y sin el consentimiento de China no es un acto bienintencionado", afirmó el responsable chino en una conferencia de prensa.
El viceministro añadió que la decisión en La Haya "no tuvo en cuenta los derechos de China y no es apropiada", y que la verdadera intención de Filipinas al llevar a Holanda el contencioso "no es resolver una disputa, sino negar nuestros derechos en el Mar de China Meridional".
"La acción de Filipinas no ayudará a que las distintas partes trabajen para resolver la disputa mediante negociación y con arreglo a la ley internacional", recalcó.
Liu también dejó caer la posibilidad de que tras la petición de Filipinas en La Haya se escondan "conspiraciones, o quizá dramas políticos".
Desde hace décadas, China y Filipinas, junto a otros países de la región, se disputan la soberanía de las islas Spratly (Nansha para los chinos), en el Mar de China Meridional, cuyas aguas tienen ricos recursos pesqueros y se cree que también podrían albergar grandes yacimientos submarinos de petróleo o gas natural.
El conflicto ha subido de tono los últimos años, coincidiendo con el intento de EE.UU. de mediar en las disputas, ya que si bien Washington se declara neutral ha criticado de forma contundente a Pekín por acciones como la construcción de islas artificiales o de instalaciones aéreas o marítimas en la zona en discordia.
El martes el destructor lanzamisiles estadounidense "USS Lassen" pasó por aguas próximas al arrecife Subi, cuya soberanía reclama y ejerce China, un acto de advertencia a Pekín en su conflicto con países vecinos que el régimen comunista respondió con fuertes protestas ante Washington.
Hoy mismo, el jefe de la Marina china advirtió a su contraparte estadounidense de que si Washington continúa enviando buques a aguas del Mar de China Meridional reclamadas por Pekín podría generarse "un incidente menor que provoque una guerra".
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