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Multitudinaria fiesta religiosa en los alrededores de la Sagrada Familia

Los alrededores de la Sagrada Familia se convirtieron este domingo en el escenario de una gran fiesta religiosa, en la que 36.000 personas han seguido con respeto y fervor la misa en las pantallas habilitadas y han aplaudido a rabiar a cada movimiento del Papa.

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Los alrededores de la Sagrada Familia se convirtieron este domingo en el escenario de una gran fiesta religiosa, en la que 36.000 personas han seguido con respeto y fervor la misa en las pantallas habilitadas y han aplaudido a rabiar a cada movimiento del Papa.

"Este Papa como mola, y por eso le hacemos la ola", han gritado repetidamente los seguidores más jóvenes, que no han podido permanecer sentados en las sillas que les habían asignado y se han levantado en multitud de ocasiones para expresar su alegría.

A pesar de que la mañana se ha levantado fría y nublada y las estrictas medidas de seguridad han obligado a los fieles a madrugar para ocupar los lugares que les habían sido asignados, los congregados han disfrutado de cada minuto, de manera respetuosa durante la misa y de forma más festiva durante la entrada y la salida del Sumo Pontífice del templo.

Todos los reunidos en los alrededores de la Sagrada Familia han accedido al perímetro de 48 manzanas acordonadas tras mostrar la invitación que habían recogido en su parroquia o en alguna escuela religiosa.

Las medidas de seguridad han provocado algunos momentos de tensión entre los fieles tanto en el momento en que encontraban el lugar exacto que les habían asignado como a la salida, pero los que más han protestado han sido los periodistas acreditados, que han sido confinados en zonas reservadas de las que no han podido salir desde las seis de la mañana hasta el mediodía, ni siquiera para ir al lavabo, excepto en algún caso urgente.

El ambiente general ha sido de alegría y devoción, con momentos de emoción, como el que ha vivido María Dolores Plà, que no ha podido contener las lágrimas en el momento de la dedicación del templo.

"Para mí, es un gran día, no sólo por el Papa, sino también porque la Sagrada Familia es mi parroquia desde hace 38 años, aquí he bautizado y se han casado mis hijos. He visto crecer este templo, he visto cómo lo iban construyendo y lo siento muy adentro", ha señalado María Dolores a Efe.

La mayor parte de los asistentes han seguido el acontecimiento por las 45 pantallas habilitadas y no han podido ver al Papa en persona, salvo los situados en la sillas más cercanas al templo, que han podido ver el paso del papamóvil, y los acomodados frente a la fachada del Nacimiento, que han tenido el privilegio de ver en directo el rezo del Ángelus.

El paso del papamóvil y el rezo del Ángelus, que ha tenido lugar con una hora de retraso sobre el horario previsto, han sido los puntos álgidos de la celebración para estos fieles, que han rezado con respeto en los momentos de oración y han gritado con entrega cuando la ocasión lo ha requerido.

"¡Benedicto XVI, te quiere el mundo entero!" y "¡Benedicto! ¡Benedicto!", han sido los eslóganes más coreados.

Durante la celebración de la misa, el silencio respetuoso sólo se ha roto por los aplausos que los fieles han dedicado al Papa cuando éste ha defendido el concepto cristiano de familia y la procreación.

El sol ha salido a mediodía y ha iluminado la parte final de la celebración y el rezo del Ángelus.

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